Próximo escenario. Sus miembros serán llamados para integrar listas congresales de los partidos. No debe sorprender que integrantes de una misma agrupación regional compitan en dos listas distintas para llegar al Congreso, dijo analista.
Elízabeth Prado.
El progresivo triunfo de los movimientos regionales sobre los partidos tradicionales en los últimos cuatro años, y el pragmatismo con que estas agrupaciones se conducen, ocasionará cambios en el ambiente electoral de abril próximo, especialmente en las negociaciones políticas con los partidos para integrar las listas congresales.
No sería raro que militantes de una misma agrupación regional aparezcan compitiendo en distintas listas partidarias para llegar al Congreso de la República.
“La mayoría de estos movimientos regionales es pragmática y política antes que programática y emprendedora, y ese pragmatismo se expresará en las negociaciones con los partidos nacionales”, consideró el analista Eduardo Ballón, del Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo (Desco).
Los partidos, dijo, buscarán personas concretas en la mayoría de los casos, antes que a movimientos como tales; esto porque un buen sector de esta nueva élite política proviene de partidos y conoce muy bien el ambiente electoral.
Es claro que los integrantes de las agrupaciones que ganaron los últimos comicios estarán en mejores condiciones de negociar con los partidos políticos, aunque los perdedores que lograron considerable votación también tendrán buenos argumentos para iniciar un trato político.
Los que no negociarían
De la veintena de movimientos regionales triunfadores, un buen grupo no estaría dispuesto a aliarse con algún partido nacional debido a la falta de credibilidad que estos le inspiran, la misma que fue motivo principal de su creación. Aunque es evidente que se enfrentarán a la disyuntiva de necesitarlos para llegar al palacio legislativo.
Agrupaciones como Nueva Amazonía, Alianza por Arequipa, Fuerza Social Regional, Movimiento de Afirmación Social, Ayni, Unidos Construyendo, entre otras más, mantendrían distancia de movimientos como el fujimorismo.
Ellas no escapan del pragmatismo señalado, pero son programáticas y mantienen firme presencia y continuidad en sus regiones.
Movilidad política
Una muestra del pragmatismo de las agrupaciones regionales se manifiesta también en el historial partidario que presentan sus miembros.
Muchos son ex integrantes del Apra, de Cambio 90, de Unidad Nacional, del Partido Comunista Peruano, de Perú Posible, Izquierda Unida, del Partido Popular Cristiano, y del Partido Nacionalista Peruano.
Entre los candidatos a consejero regional que presentó el Movimiento Regional Cuenta Conmigo, de Áncash, el 3 de octubre, está un ex responsable provincial del Partido Comunista Peruano en la provincia de Santa, al igual que un ex regidor del Apra, en Casma, y un ex secretario provincial del Apra, en Pallasca. Asimismo, hay un ex regidor por Vamos Vecino, en Yungay, y también un ex alcalde que fue de Izquierda Unida y luego de Vamos Vecino en Mariscal Luzuriaga.
La movilidad política no solo se dio de partido político a movimiento regional, sino de agrupaciones regionales entre sí.
Esta última situación se aprecia en casi todos los movimientos, siendo más notorio en Integración por Ti, de Moquegua, e Integrando Ucayali, de la región Ucayali.
Al respecto, Eduardo Ballón opinó que estas nuevas élites políticas en las provincias no son necesariamente mejores o peores que los partidos nacionales.
“Son más pragmáticas antes que programáticas, hecho que se expresará en las negociaciones políticas para las elecciones de abril próximo”, anotó.
En cuanto a una posible repetición del contundente triunfo de los movimientos regionales en las próximas elecciones, Ballón señaló que este hecho no tiene una relación mecánica con lo que ocurrirá en abril del 2011.
“No significa que se producirá lo mismo en abril, sin embargo, habrá un cambio de temperatura electoral y una negociación distinta a la que hemos conocido hasta ahora”, afirmó el investigador social de Desco.
Atkins, el más votado
Unidos Construyendo. Este frente regional, con Javier Atkins a la cabeza, ganó la presidencia de la región Piura en primera vuelta y con más del 50% de los votos, sorprendiendo al propio candidato. Es el más votado del país. Venció después de construir una
alianza electoral con distintos sectores de izquierda, con quienes elaboró una propuesta regional de desarrollo que satisfizo a los piuranos. Javier Atkins está ligado laboralmente al sistema financiero.
Partidos sin vida regular en el interior del país
1] “Los grupos regionales ganaron porque se han consolidado en sus territorios y también porque los partidos no tienen vida regular, tampoco una institucionalidad en el interior del país, a excepción relativa del Apra”, opinó Eduardo Ballón.
2] Los movimientos regionales que han logrado mayor consolidación son Nueva Amazonía, en San Martín; Fuerza Loretana, en Loreto; Tradición y Futuro, en Arequipa; y Concertación para el Desarrollo Regional, en Lima. También están Ayni, en Huancavelica; Hechos y no Palabras, en Huánuco; Fuerza Social Regional, en Cajamarca; y otros más que no ganaron, pero quedaron segundos en la última contienda electoral.