"Un techo para mi País’’ ha edificado más de mil viviendas en zonas de Lima, Callao y Pisco. Organización de voluntarios convierte en realidad el sueño de un hogar digno para miles de humildes pobladores. El Perú y otros países de la región conocen esta tesonera y desinteresada labor.
Derry Díaz.
 Felices. Las mujeres de Villa María del Triunfo quedaron contentas con su casita levantada entre los cerros. |
|
Lleva mallas rojiblancas, short negro, correa metalera, zapatillas altas y la pieza superior de un bikini. De entre los varios jóvenes que no paran de martillar, la veinteañera delgadísima llama la atención no solo por su singular look, sino por la energía que le pone al martillazo.
A pocos pasos, un chico pelirrojo y otro rubio asoman entre los tablones de madera que al final del día convertirán en una casita decorosa.
La piel morena del chico de la sonrisa panorámica, que trabaja con los demás, indica que es de la zona y que ellos son forasteros.
Sin embargo, todos laboran en conjunto, parecen una especie rara de jóvenes albañiles multiétnicos.
Allá arriba, en el cerro, el sol es siempre más despiadado y la sed más urgente.
Pero nada de esto parece importarles a estos y otros jóvenes voluntarios de la organización "Un Techo para mi País" cuando se trata de poner el hombro para realizar el sueño de los más pobres: una vivienda digna.
"TENDRÉ UNA CASA BONITA"
 En acción. Las camisetas con las franjas rojas y el logo de “Un Techo para mi País” los identifica. Una labor que se realiza en varios países de la región. |
|
Usted que reside en la Lima urbana se ha preguntado alguna vez ¿cómo se vive en los cerros, sin agua, desagüe, sin luz y con un remedo de vivienda al borde de un abismo? Estos refugios –porque no son casas– están levantados con retazos de plásticos, triplays, cartones, esteras… cualquier material que los pobladores encuentren a su paso.
"Después del terremoto mi casita estaba a punto de venirse abajo. Me tuve que ir a vivir donde un familiar", relata con pena Isabela Mejía Allcca, pobladora del asentamiento humano Valle Hermoso, en Villa María del Triunfo, uno de los tantos lugares ajenos al Perú del mentado crecimiento macroeconómico.
Pero ahora está particularmente contenta. Tiene una razón de fuerza para estarlo. "Ay señorita, finalmente voy a tener una casita bonita gracias a estos jóvenes", dice mientras su rostro se llena de color. Isabela, apurimeña emprendedora, padece de artritis como consecuencia de toda una vida de lavandera. No ha tenido muchas oportunidades para salir del hoyo.
Hace unas semanas se enteró que el programa "Un Techo para mi País" iniciaría en su barrio la construcción de varios módulos. Y ella podría acceder a una de esas viviendas con solo pagar el 10 por ciento del costo total, es decir 200 soles en cinco cuotas (el precio de un módulo en el mercado sería de US$ 900). No podía perderse tamaña oportunidad.
Es mediodía de sábado, y los chicos de "El Techo" están chambeando duro para levantar y entregarle su casita. "Esos jóvenes pitucos son un amor, no son sobrados y los niños les han agarrado harto cariño", comenta, mientras termina de cocinar el tallarín y la papa a la huancaína que les ofrecerá en agradecimiento.
Deybis estudia arquitectura en la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI). Tiene 24 años y es voluntario en "El Techo". Está cansado, lleno de polvo, con la blanquirroja trajinada y se dispone a comer la ración que Isabela le ofrece a quienes levantan su vivienda.
"La mejor satisfacción que recibimos es ver la felicidad de estas personas que además son muy buenas", enfatiza convencido, mientras que Daniela de 19 y Tiare de 20 ratifican su afirmación.
VIVIENDA DEFINITIVA
 |
 Solidarios. Los jóvenes voluntarios realizan una labor esforzada y sin interés alguno. Los pobladores quedan muy agradecidos. |
|
|
Gonzalo Benavente, director de comunicación del programa, explica que estas viviendas, que son de emergencia, tienen una duración de aproximadamente 8 años. Esta situación obliga a implementar una segunda y tercera etapa para lograr el objetivo de la vivienda definitiva.
Este impetuoso joven de 25 años aclara: los objetivos de "Un Techo para mi País" van más allá de la construcción de las casas. Es por eso que después de instalar la vivienda de emergencia, la posterior fase será ejecutar planes de habilitación social capacitando a los pobladores en oficios básicos, entrega de microcréditos, nivelación escolar, etc.
"Suena utópico, pero el objetivo es convertir estas zonas en barrios urbanos, donde todas las familias tengan posibilidades de mejorar su calidad de vida", reitera mientras se alista a inaugurar junto a los otros voluntarios una nueva casita en lo alto del cerro.
Ya son 1,293 las viviendas levantadas desde el 2005, año en que arrancó "El Techo" en el Perú.
Distritos como Villa María, Ventanilla, San Juan de Lurigancho, Carabayllo y otros donde reina la pobreza extrema han sido los beneficiados. Solo en Pisco, tras el terremoto del 15 de agosto que dejó a miles sin vivienda, levantaron 669 de estos módulos en tiempo récord.
La semilla del cambio también puede ser sembrada por cualquier universitario entre 17 y 29 años que tenga el sueño y el propósito de sacar del atolladero a miles de los peruanos más pobres.
LOS DATOS
ALGUNOS REQUISITOS. Tener entre 17 y 29 años y portar un documento de identidad. La inscripción es en Francisco del Castillo 573, Miraflores. Para más información llamar al 255-7358. También puede visitar la página web www.untechoparamipais.org.
CUENTAS. Donaciones en Perú a las cuentas del banco Interbank: En soles: 142-3000341682. En dòlares: 142-3000341703.
LATINOAMÉRICA. Además de nuestro país, "El Techo" está en Chile (sede central), Argentina, El Salvador, México, Costa Rica, Perú, Colombia y Uruguay.
REACCIONES
"El objetivo es convertirlos en barrios urbanos, donde las familias tengan posibilidades de mejorar su calidad de vida".
Gonzalo Benavente
Representante de un Techo para mi país
"La mejor satisfacción que recibimos los voluntarios es ver la felicidad de estas personas que además son muy buenas".
Deybis Caro
Voluntario, estudiante de arquitectura en la UNI
"Voy a tener una casita gracias a esos jóvenes que no son sobrados, son bien buena gente. Que Dios los bendiga".
Isabela Mejía
Pobladora beneficiaria de Villa María el Triunfo