Perú 21
El 20 de julio de 2007, el ministro de Economía y Finanzas, Luis Carranza, defendió las cifras sobre la pobreza que, haciendo uso de una nueva metodología, difundió el INEI en ese entonces. Esa vez, el ministro anunció que en un año, de 2005 a 2006, la pobreza se había reducido en 4.2%. Es decir, el porcentaje de peruanos en esa lamentable situación pasó de 48.7% a 44.5%.
El ministro Carranza tuvo el cuidado de afirmar que esa reducción no era un logro del gobierno de Alan García: "Nadie en su sano juicio con seis meses de gestión va a poder decir que esta reducción de pobreza es por la política aplicada por el Apra" (Perú.21, 20.7.07). Agregó que "La meta al 2011, que nos fijamos al inicio de gobierno, fue bajar la pobreza de 50% que pensábamos que existía, a 40%, así que es evidente que tenemos que modificar esta meta que ahora resulta poco beneficiosa, ya que estamos en 44.5%".
Sin embargo, en estos últimos días, al compás del ascenso de la inflación, las críticas a su gestión y los pedidos de renuncia, el ministro está perdiendo la memoria. Ahora, envalentonado con la entrega del Grado de Inversión al Perú por parte de la agencia calificadora de riesgo crediticio Fitch Ratings, afirma que "(.) garantizaremos un mayor atractivo para la inversión y para generar más empleo, lo que llevará a cumplir con la reducción de la pobreza, que para 2007 bajó al 42% o un poco por debajo. Nosotros la encontramos en 50%" (www.elcomercio.com.pe, 2.4.08).
Dicho de otra manera: según la nueva versión del ministro, el gobierno de Alan García "ha logrado", en menos de dos años, reducir la pobreza de 50% a 42%: un verdadero éxito. El detalle que "olvida" es que ha modificado de 44.5% a 50% su línea de base, con el visible propósito de atribuirse logros que no le corresponden.
El logro del grado de inversión puede imprimir bríos al sector más neoliberal del gabinete ministerial; pero más grave es que el Gobierno puede olvidar asuntos tan sensibles como los que se documentan en el Boletín del INEI sobre la Encuesta Nacional de Hogares del cuarto trimestre de 2007, difundido el 18 de marzo último, sobre los altísimos porcentajes de hogares peruanos que no consumen el mínimo de calorías necesario para vivir humanamente: "Comparando los resultados obtenidos con similar trimestre del año 2006, se observó que la proporción de población con déficit calórico aumentó en 2.5 puntos porcentuales, al pasar de 28.1 a 30.6.
En el área urbana se incrementó en 5.9 puntos porcentuales (al pasar del 24,1 a 30%) y en el área rural en 1.2 puntos porcentuales (al pasar de 40,5 a 41,7%). En cambio, en Lima Metropolitana no mostró variación significativa" (www.inei.gob.pe).
Quizá estos datos expliquen al ministro y a su selectivo entorno el porqué del malestar de grandes sectores de la población, y por qué la popularidad presidencial está tan baja.