jueves, 3 de abril de 2008

Reporte de la CIA revela que desde 1978 Perú ya era parte de Operación Cóndor




Nuevo documento desclasificado desmiente a ex dictadores. Dos años antes del plagio y desaparición de tres argentinos en Lima, dictadura se unió a red de agencias de inteligencia que organizó Pinochet.

Ángel Páez.

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La CIA confirma lo que niegan los ex dictadores. Haga click en la imagen para ampliar.

La Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos (CIA) reportó que desde 1976 el gobierno de Perú formó parte de la "Operación Cóndor", una red que montaron las dictaduras militares a instancias del régimen de Augusto Pinochet para ubicar, secuestrar, torturar, asesinar y desaparecer a sospechosos de pertenecer a organizaciones subversivas. La información consta en un documento recientemente desclasificado por la organización Archivo de Seguridad Nacional (NSA), con sede en Washington.

El informe secreto de la CIA contradice la versión de la defensa de los generales EP (r) Francisco Morales Bermúdez y Pedro Richter Prada, titulares de la dictadura militar que gobernó entre 1975 y 1980. Ambos afirman que Perú jamás tuvo participación en la "Operación Cóndor".

Las autoridades judiciales de Italia han requerido la detención de los dos militares, a quienes atribuye haber autorizado un operativo conjunto en Lima del Servicio de Inteligencia del Ejército (SIE) y el Batallón 601 del Ejército de Argentina, en 1980, para la detención de presuntos terroristas, entre ellos dos ciudadanos argentinos de origen italiano.

EVIDENCIA CONCRETA

El documento está fechado el 22 de agosto de 1978 y fue elaborado por la CIA a pedido del embajador George Landau y el fiscal Eugene M. Propper, quienes entonces investigaban el atentado en Washington que acabó con la vida del ex ministro del gobierno de Salvador Allende, Orlando Letelier, el 21 de setiembre de 1976. El crimen se ejecutó como parte de la "Operación Cóndor".

"La Operación Cóndor es un esfuerzo de cooperación de los servicios de inteligencia/seguridad de varios países sudamericanos para combatir el terrorismo y la subversión", señala el reporte de la CIA: "Entre los miembros originales se incluye a los servicios de Chile, Argentina, Uruguay, Paraguay, Brasil y Bolivia; Perú y Ecuador se hicieron miembros recientemente". Esto es, en 1978, dos años antes del caso de los "montoneros" argentinos. La CIA también hizo una precisión: "El primer conocimiento que la Agencia tuvo de la existencia de la organización fue en marzo de 1976, cuando (tachado) reportó que el entonces jefe de la Directorio Nacional de Inteligencia, coronel Manuel Contreras, inició el programa de cooperación entre los servicios de inteligencia de Chile, Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia llamado 'Plan Cóndor'¨".

El operativo conjunto del SIE y el Batallón 601 se produjo entre el nueve y el 15 de junio de 1980 y culminó con la captura de Noemí Gianetti de Molfino, integrante de la asociación humanitaria Madres de Plaza de Mayo, de María Inés Raverta y Julio César Ramírez. Los tres fueron entregados por el SIE a militares bolivianos, quienes a su vez los pasaron a los agentes del Batallón 601. Poco después Gianetti apareció asesinada en Madrid y de los otros dos no se supo nada más.

PAPEL CONTUNDENTE

Carlos Osorio, uno de los investigadores del NSA que participó en la desclasificación de los documentos secretos, dijo a La República que el reporte de la CIA desmiente a los generales que niegan que Perú fue parte del colectivo represor que organizó Pinochet.

"No hay duda sobre la participación del Perú en la Operación Cóndor. El documento de la CIA describe las actividades de coordinación, incluyendo asesinatos. Luego de incluir a Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay, Brasil y Bolivia, (el reporte) dice que Perú y Ecuador obtuvieron la membresia", explicó Carlos Osorio.

La publicación del reporte de la CIA, además, demuestra una vez más que el gobierno norteamericano estuvo al tanto de las actividades de la "Operación Cóndor". " En efecto las agencias norteamericanas supieron lo que estaba sucediendo casi en tiempo real. La pregunta es por qué nadie dentro de las agencias gubernamentales hizo nada para detener la desaparición y muerte de esas personas", apuntó Osorio.

Ni bien se conoció que la justicia italiana requería a Morales Bermúdez, el presidente Alan García declaró que no entregaría en extradicción al ex dictador. A las luz de las nuevas evidencias, sin embargo, García debería colaborar con la justicia italiana, señaló Osorio. "Es clave que el gobierno facilite los procesos judiciales proveyendo la mayor y más pertinente información y documentación. Deberían hacerse públicos los registros de las agencias de inteligencia y del Ejército implicados", dijo Osorio.


Desaparecidos perpetuamente

El abogado de Francisco Morales Bermúdez, Luis Vargas Valdivia, dijo que las autoridades de Italia ya solicitaron el apresamiento de su cliente. El defensor informó en su momento que el Ministerio Público desestimó el pedido porque no se precisaba el presunto delito perpetrado por el ex dictador.

Morales Bermúdez y Richter Prada reconocen que autorizaron la detención y expulsión a Bolivia de los "montoneros" argentinos y niegan haber permitido que fueran entregados a agentes del Batallón 601 del Ejército gaucho.

Sin embargo, en otro documento desclasificado por el Archivo de Seguridad Nacional (NSA), fechado el 11 de julio de 1980, el entonces embajador norteamericano Harry Shlaudeman informa sobre una entrevista con el general Richter en la que le insinúa que los argentinos detenidos pasaron a manos del Batallón 601.

Según Harry Schlaudeman, el general Richter admitió que probablemente los militares bolivianos, a quienes el SIE entregó a los tres "montoneros" detenidos en Lima, los traspasaron después a manos del Batallón 601. De allí que el embajador concluye en su informe que los secuestrados argentinos hayan terminado "desaparecidos permanentemente".