viernes, 26 de marzo de 2010

Remezón Sísmico





Urbanismo :::: Nuevo informe del BID desnuda costos y deficiencias de reacción peruanos en caso de desastres naturales.

Versión facsimilar de nota impresa

Alrededor de 40,000 viviendas tugurizadas del Centro Histórico caerían ante terremoto como el de Chile.
Del año 2007 a la actualidad, tres duros desastres naturales en modo de terremoto dejaron su huella en Perú, Haití y, recientemente, Chile. De la primera tembladera, originada en Pisco, Chincha e Ica, el Perú aún no se recupera del todo, con el trabajo de reconstrucción a medio camino; y en Chile el costo ya se calcula entre los US$ 15,000 millones y US$ 30,000 millones.
Con ello, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) emprendió hace tres meses la elaboración de un informe para medir el nivel de la Gestión Integral de Riesgo de Desastres en el Perú, el cual fue presentado el pasado 18 de marzo en Consejo de Ministros. La pregunta base tras ello: ¿Se encuentra el Estado preparado para una catástrofe? En seco: No.

Según el economista Sergio Lacambra, especialista en Gestión de Riesgos del BID en Washington, EE.UU. y miembro del equipo elaborador del informe –junto a los especialistas en Gestión de Riesgos Hori Tsuneki y Alfonso Tolmos–, “entre 1995 y 2008 los indicadores para medir la reacción del Estado en caso de un desastre natural prácticamente no han mejorado”. Es más, en las calificaciones que otorga el informe, en manejo de desastres solo obtenemos una calificación de 16.5 sobre 100, lo que equivale a ‘pobre’. Y en protección financiera, solo obtenemos 12.3 puntos (ver recuadro).

Con ello, la calificación final en la gestión de riesgo peruana es de ‘insatisfactoria’, ratificada cuando el BID la compara con otros 13 países de América Latina, donde nos ubicamos en el puesto 11, solo delante de Ecuador, Bolivia y El Salvador. Ergo, somos un desastre ante los desastres.


Y tras identificar las áreas vulnerables en todo el país, “hemos reconocido que entre construcciones (como residenciales, centros de salud o educación), infraestructura urbana (puentes, puertos o redes de agua) e infraestructura nacional (vías o hidroeléctricas), el total expuesto del Perú alcanza los US$ 458,234 millones”, señala Lacambra. De esta cifra, “la pérdida estimada que podría tenerse ante un sismo como el de Chile es de US$ 32,000 millones”, añade.
LA BUENA NUEVA es que el Ministerio de Economía (MEF) quiere coger al sismo por el epicentro implementando una política integral a largo plazo para la prevención de desastres. Hoy ya trabaja con el BID, el Banco Mundial (BM) y la Corporación Andina de Fomento (CAF) para contar con líneas crediticias contingentes por US$ 1,550 millones. “Somos el primer país del continente con líneas de contingencia de esa magnitud”, sostiene el viceministro de Hacienda, Miguel Castilla.

Pero en cuanto a la acción inmediata, “la idea es que además de los rubros de gasto de capital y gasto corriente, debemos incorporar al Presupuesto de 2011 el de prevención”, añade Castilla. Para hacerlo, la pieza novedosa de la estrategia sería la política de ‘presupuesto por resultados’, en la que el MEF desembolsa mayores partidas presupuestales a los gobiernos regionales y locales que cumplan con metas específicas, tal como Desnutrición Infantil. “La idea es aplicar esa metodología a las prevenciones”, explica Castilla: “Establecer líneas presupuestales programáticas e internalizarlas”.


Indicadores de nuestra gestión de riesgo muestran nota desaprobatoria en caso de desastre.
Además, el Gobierno ya viene trabajando con el BID un catastro de riesgo sísmico en 6 distritos –Chorrillos, La Molina, Comas, Villa El Salvador, San Juan de Lurigancho y Puente Piedra– para elaborar el plan estratégico (a posteriori vendría el resto de locaciones), que contempla además sequías, tsunamis y reforzamientos estructurales de las edificaciones. A su vez, el MEF prevé la contratación de 80 especialistas en desastrología por intermedio de SERVIR.
Existe, además, un Decreto de Urgencia en la puerta del horno del Congreso para salvar ineficiencias mayúsculas: mientras que el Indeci es el ente rector, los municipios son el ente ejecutivo; empero, los alcaldes carecen de capacidades presupuestales y técnicas, tal como se demostró tras el terremoto de Pisco.

Con todo, el esquema debe estar listo para fines de julio, fecha en que el MEF debe tener listo el proyecto de Presupuesto de la República 2011 para aprobación en el Congreso