miércoles, 28 de mayo de 2008

Mejor, ¿imposible?

El riesgo de exacerbar la expectativa de la población.

PERU 21

Editorial

Para un gobierno que hace poco andaba cabezón por la presión externa sobre los precios de los alimentos y el estallido de la corrupción en el Banmat, lo cual puso la aprobación presidencial en el nivel más bajo del actual lustro político, el escenario post ALC-UE significó un vuelco relevante.

Primero, la cumbre presidencial fue exitosa para una serie de negociaciones en camino y las relaciones bilaterales, así como para la imagen externa del gobierno y del presidente Alan García.

En el plano interno, lo anterior significó una elevación de nueve puntos porcentuales -¡no de 9%, por favor!- en la aprobación al desempeño del jefe de Estado, poniéndola en el punto más alto desde setiembre pasado.

Y mientras las principales empresas de análisis económico del país revisan -al alza- sus proyecciones de crecimiento de este año, apareció el resultado del INEI sobre la reducción de 5.2 puntos porcentuales en la pobreza en el último año. Es un registro tan importante que si no fuera por el aval del Banco Mundial y de un grupo prestigioso de profesionales independientes, habría motivos para la sospecha.

La confluencia de tantas noticias positivas, en un período tan breve, ha producido reacciones muy entusiastas entre los 'hombres del presidente'. Desde el congresista Mauricio Mulder, quien en un artículo publicado ayer parecía el jugador de fútbol que celebra, desafiante, el gol ante la tribuna del equipo rival; hasta el ministro Hernán Garrido Lecca, quien considera que en lo que va del gobierno actual se ha consolidado una senda en la que "hemos logrado superar 130 años de autoflagelación de la autoestima" y se pregunta: "¿Qué más le podemos pedir a la vida?".

Bueno. se le podrían pedir varias cositas más, pero parece que el presidente García se está dando cuenta del riesgo político evidente que significa la exacerbación de las expectativas de la población. Si estas no son bien administradas, pueden convertirse en un bumerán dañino.

Por ello, hizo bien ayer en corregir su proyección de la pobreza que hizo a las 7:30 de la mañana, y en pedir cautela y prudencia. Escúchenlo, compañeros.