A nueve semanas del terremoto que devastó Pisco, Chincha e Ica, apenas se ha avanzado en la reconstrucción. Sobre Forsur, el organismo especial creado por el gobierno para esta tarea, caen todas las miradas. Genaro Matute, el contralor general de la República, es oriundo de Ica y a él fuimos para buscar su evaluación sobre Favre y compañía. Frontal, señaló las cosas por su nombre.
Por Enrique Patriau
Fotos: Melissa Merino
–Usted es de Ica. ¿Qué impresión le dejó la zona devastada por el terremoto del 15 de agosto?
Matute responde a Domingo mientras escucha a tres de los personajes que están bajo la mira ciudadana. De Julio Favre dice que debe ser el hombre más frustrado del mundo. Advierte que investiga la gestión de Carlos Vallejos. Y reitera que Alex Kouri debe responder ante el PJ por su singular vía expresa.
–Yo llegué a los seis días y la imagen que tengo es terrible, impresionante. Nosotros no imaginábamos cuán grave había sido el sismo, sobre todo en Pisco. Tenía muchos amigos allí. 
–¿Perdió alguno?
–No, porque la mayoría afortunadamente estaba fuera, aunque sí perdí a la mamá de un querido amigo. Ella vivía en Ica y su casa se derrumbó.
–La Contraloría envió un grupo de personas para vigilar el correcto uso de la ayuda. Eso no gustó. Se les acusó de entorpecer las labores de emergencia.
–El alcalde de Pisco, el señor Juan Mendoza, está divulgando que nosotros estamos interviniendo para impedirle realizar su labor. Le puedo asegurar que nosotros nunca hemos hecho nada por el estilo.
–Alan García dijo lo mismo.
–Fue mal informado por Mendoza, a quien le interesaba que Contraloría no estuviera en la zona vigilando. A pesar de que nuestra labor era solo de prevención, hemos encontrado una serie de problemas relacionados con Mendoza. Por ejemplo, trasladó parte de la ayuda y la guardó en una empresa privada donde él tiene una concesión. Evidentemente, le generábamos incomodidades. Además, un alcalde que se pone a repartir él mismo la ayuda, lo único que está buscando son votos y no resolver los problemas de la población.
–Y García cayó en su juego.
–Claro, salió a decir que estábamos interrumpiendo el proceso de ayuda. La realidad está demostrando que si no hubiésemos actuado, la cosa podría andar peor. Alrededor de todo este desastre ha habido gente que ha tratado de beneficiarse y ya vamos a sacar nuestro informe al respecto. Todo el mundo cree que en situaciones de emergencia uno tiene licencia para actuar como se quiere.
–Hablemos de la reconstrucción. Han pasado dos meses del terremoto y en Pisco se sigue recogiendo escombros.
–Pisco perdió el rumbo económico en algún momento. Sus fuentes de riqueza son bastante limitadas. No ha tenido inversiones nuevas en mucho tiempo. No ha avanzado como Chincha, Cañete o Ica. Su proceso de recuperación va a ser más lento de lo que muchos quisieran.
–¿No cree que Forsur ha perdido la brújula?
–La idea de crear un organismo como Forsur me parece buena, pero el directorio es más político que otra cosa. Empiece a sumar: hay tres presidentes de región con intereses completamente contrapuestos, cinco alcaldes provinciales también con expectativas muy diferentes, ministros que responden políticamente y empresarios privados. La primera reunión de directorio en la que estuve yo, que fue simplemente de inauguración, más parecía una sesión de demandas y explicaciones. Por un lado, todas las autoridades regionales exigían cosas y, por el otro, los políticos hablaban de sus planes.
–¿Siente que no existe un criterio común sobre qué se debe hacer?
–En ese momento no lo había, y tampoco lo hay por ahora. No se ve una idea sobre la cual empezar a trabajar. Cada quien dispara para su lado, cada quien quiere su propio pedazo de torta. ¿Es eso lo más apropiado para un organismo que pretende levantar, lo más pronto posible, ciudades en ruinas? Definitivamente no. Yo tengo un doctorado en management, gerencia, y simplemente mirando la composición de ese directorio ya sabías que eso no podía funcionar. Desde el primer momento. Apenas me senté y vi qué había, pensé: acá se acabó todo, esto no va a funcionar de ninguna manera. Las renuncias de los empresarios han empeorado el panorama. Ellos no querían ser considerados empleados públicos. Pero ese no es el problema de fondo. Le diré, incluso, que se trata de algo irrelevante. Los empresarios son gente muy pragmática, que ve problemas y desea resolverlos rápidamente. Lo que tenemos acá es un proceso político, donde los intereses personales tratan de imponerse sobre el interés común. Y eso es lo más grave, que el interés común no existe.
–¿Qué cambios plantería en Forsur?
–Para empezar, el directorio tiene que ser más pequeño, con una proporción equitativa entre funcionarios públicos y privados. Y el siguiente paso es hacerse la pregunta clave: ¿cómo se deben hacer las cosas? Por ejemplo, en una situación como esta me parece válido contratar empresas que asuman, primero, el planeamiento urbano, y segundo, la conducción y administración de proyectos.
–¿No siente que Julio Favre es una persona poco dada a la concertación y al diálogo, tan necesarios en una empresa como esta?
–Mire, yo creo que el señor Favre tiene muy buenas intenciones. No lo dudo. El problema es que su capacidad de movilización es muy pobre. En estos momentos, le aseguro, debe ser la persona más frustrada del mundo. No se puede juzgar a nadie por su carácter, aunque el suyo es muy duro, eso es cierto. También pesa el hecho de que se le ha levantado una imagen que no es positiva para él mismo.
–Y carga sobre sus hombros la aparente inoperatividad de Forsur.
–Ese es el tema: en Forsur se necesita una parte ejecutora. ¿Cúal es? ¿Dónde está? No existe. Sin eso, los niveles de frustración serán terriblemente altos. ¿O cómo se piensa hacer todo lo que se necesita?
–¿Se debe reestructurar Forsur?
–Si no hacemos un borrón total, por lo menos debería instalarse un directorio ejecutivo, que sea un ente que actúe, que se mueva. Y si quieres, dejamos a un directorio político que debata y discuta ad infinitum. El gran problema es que, en Forsur, no hay nadie que haga las cosas.
"Kouri debe responder"
–El presidente regional del Callao, Alex Kouri, ha cuestionado frontalmente el informe de la Contraloría sobre la vía expresa de de la avenida Faucett.
–Nosotros no defendemos ninguna bandera política. Y, en este caso, hay recursos públicos que una municipalidad, la del Callao, tiene que resguardar en beneficio de sus ciudadanos. Y si alguien no actúa en esa línea, es sujeto de una evaluación. Si una concesión no favorece a la comunidad, creemos que la ley dice que nos corresponde actuar.
–Él ha dicho que no le han querido proporcionar información para poder levantar los cargos que le imputan.
–Efectivamente, el señor Kouri solicitó información y nosotros le respondimos que todo lo que teníamos lo habíamos obtenido de la misma municipalidad, pero igual se la dimos. Sin embargo, también quiso que le presentáramos las hipótesis de nuestra investigación y los nombres de las personas que estábamos investigando. Eso no le podíamos entregar.
–¿Qué piensa de Kouri?
–Es una persona que, creo, tiene futuro político, pero en este caso se ha equivocado. Y va a tener que responder por ello.
