domingo, 18 de noviembre de 2007

El terrible impacto ecológico de una camiseta


















El suplemento ecológico del diario francés "Libération" hizo un rastreo por el trayecto de los polos de algodón.

Paris. EFE.

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Masiva. Trabajadores chinos acopian toneladas de algodón recién cosechada.

Una simple camiseta viaja a lo largo de su existencia por cuatro continentes y su fabricación y porte suponen un considerable impacto negativo a la ecología planetaria, según el balance medioambiental que hace de este producto el diario francés "Libération", en su página "Eco-Terre".

Ya antes de existir, solo en la primerísima etapa de cultivo del algodón que le dará vida, se necesitan "2,000 litros de agua" para cada ejemplar de esta pequeña prenda que popularizaron los marines estadounidense en la II Guerra Mundial, destaca el rotativo.

De hecho, algunos focos de agua en el mundo, como el Mar de Aral, entre Kazajistán y Uzbekistán, en Asia Central, se han desecado en un 95 por ciento debido al vecino cultivo intensivo del algodón, añade el reportaje.

Caro cultivo

Para conseguir un kilo de fibra de algodón hacen falta 150 metros cuadrados de tierra y 230 gramos de abono, según la Organización No Gubernamental World Wildlife Fund (WWF).

China, Estados Unidos, Pakistán e India son los cuatro principales productores de algodón en el mundo y en uno de estos países ve la luz la fibra que luego, en su etapa de blanqueo y "ennoblecimiento", pasará por diferentes baños de jabón y agua oxigenada.

Una vez cortado el tejido, termofijado y confeccionada la camiseta, sin duda en otro continente, llega la hora del transporte para millones de toneladas de estas prendas, por barco, camión o avión, que tampoco es neutro desde el punto de vista medioambiental. En cualquier caso, subraya "Libération", cuando llega el momento de la comercialización, cada prenda ha visitado ya al menos tres continentes.

Lavado dañino

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Impacto negativo del algodón en la ecología planetaria. Haga click en la imagen para ampliar.

En el tercero, su lugar de destino principal, se produce el mayor coste ecológico, pues el lavado "representa el 60 % del impacto medioambiental", afirma el diario.

El índice aumenta considerablemente si, además, se utiliza una secadora automática y se plancha.

Luego, a millones de toneladas de camisetas les queda aún, sin embargo, un cuarto continente por conocer.

Es África donde llegan las prendas encaminadas a través de las ONG y asociaciones humanitarias para empezar una "nueva vida".

El diario evoca "algunas pistas" para no sentirse exageradamente culpable al portar una camiseta 100% de algodón y evitar tener que ir "con el torso desnudo".

Unas son más simples que otras, como el tendido tradicional o el uso de lavadoras de clase A (menos consumidoras de agua y de energía y, por lo tanto, del fatídico CO2).

Sugiere, igualmente, comprar camisetas hechas con algodón biológico, producto de agricultura sostenible, no destructora de su entorno inmediato.


Perú: producto de bandera

Se dice que los egipcios utilizaron algodón desde al año 12,000 A.C. y que se han encontrado evidencia de algodón en cavernas mexicanas con edades de hasta 7,000 años. Pero la referencia escrita más vieja proviene de la India.

El algodón fue cultivado desde hace miles de años en el Perú preincaico y destacan los famosos textiles de la Cultura Paracas. El algodón fue declarado producto de bandera el 28 de julio del 2004.

Brasil y Estados Unidos libran una "guerra del algodón" ante la Organización Mundial del Comercio (OMC). El gigante sudamericano estudia aplicar sanciones a EEUU si la OMC ratifica el próximo año el fallo a favor del país sudamericano en materia de subsidios agrícolas a la producción de algodón y la nación norteamericana lo omite.