sábado, 21 de julio de 2007

(Art) Aumentan la pobreza en la Sierra rural y la desigualdad



LAREPUBLICA

umberto Campodónico

Las cifras de pobreza presentadas en el "Informe de Medición de la Pobreza" del INEI van a dar mucho que hablar durante los próximos meses porque serán el rasero con el cual se medirá la performance económica del gobierno de Alan García. Para algunos, la reducción de la pobreza de estas cifras es la señal de que "el modelo funciona", por lo que hay que mantenerlo. Dicho de otra manera, el crecimiento económico por sí solo, sería condición necesaria, y también suficiente, para reducir la pobreza.

Lo primero que se constata es que, del 2004 al 2006, la pobreza total ha disminuido de 48.6 a 44.5%. Esta es la cifra que se comenta con mayor triunfalismo pues la reducción es bastante significativa, lo que no había sucedido en los últimos años. Pero cuando se analizan más de cerca, las mismas cifras cuentan otras historias. Todo depende del color del cristal con el cual se mira.

Por ejemplo, es en las zonas urbanas donde se reduce la pobreza, pasando de 37.1 a 31.2% del 2004 al 2006. Pero en las zonas rurales la reducción es mínima, de 69,8 a 69,3%. Además, es casi seguro que la cantidad de pobres rurales haya aumentado, pues el % de pobres es casi estable mientras que la población rural crece en 1,5% anual. Otrosí: en la Sierra rural la pobreza no solo no ha descendido sino que ha aumentado, pasando del 75,8% del total de la población en el 2004 al 76,5% en el 2006.

Con las cifras del INEI, el economista de DESCO Raúl Mauro ha hecho cálculos sobre la brecha de desigualdad entre los pobres urbanos y rurales. En el 2004, encontró que por cada pobre urbano había 1.88 pobres rurales. En el 2005, la cifra sube a 1.93 y en el 2006 por cada pobre urbano hay 2.22 pobres rurales. Así, la brecha de desigualdad creció en 2,4% del 2004 al 2005, en 15,3% del 2005 al 2006 y en un total de 18% del 2004 al 2006 (ver el blog en politekon-peru.blogspot.com).

El INEI también da las cifras de pobreza en Costa, Sierra y Selva a nivel urbano y rural y en Lima Metropolitana (no están en el cuadro). Al comparar la brecha de desigualdad entre Lima y la Sierra rural, vemos que por cada pobre limeño había 2.45 pobres en la sierra rural en el 2004, subiendo en el 2006 a la increíble cifra de 3.16. La misma comparación entre Lima y la Selva urbana da 2.06 en el 2004 y 2.57 en el 2006.

Esto nos dice que la desigualdad comienza a crecer más rápido que el PBI (que crece al 7% anual), lo que nos lleva a otra constatación: a más crecimiento del PBI más desigualdad. Urge, entonces, cambiar el estilo de crecimiento y pasar a un crecimiento económico pro pobre. En lugar de tener cada vez más pobres rurales en la Sierra por cada pobre de Lima (ya son 3.16 y la cifra va en aumento), deberíamos tener menos.

Tenemos, entonces, que el crecimiento económico solo está reduciendo la pobreza en la Costa, más no así en las zonas rurales, donde incluso crece. Y ha aumentado la desigualdad, lo que nos lleva a un crecimiento "apartheid" donde las zonas urbanas (sobre todo Lima) se distancian cada vez más de las rurales.

Esto reafirma que el crecimiento económico solo es condición necesaria, pero no suficiente, para reducir la pobreza y la desigualdad. Más allá del triunfalismo autocomplaciente de algunos, sigue vigente el cambio del estilo de crecimiento. Eso es lo que nos recuerdan, todos los días, las protestas del Perú pobre, sobre todo de la Sierra sur.

Todos los artículos del autor pueden ser leídos en: www.cristaldemira.com