
Política |
• Encuesta nacional de Conecta perfila el desgaste presidencial en las zonas más pobres.
Carolina Martín.
Casi un año después de la llegada al gobierno de Alan García y su promesa electoral del "cambio responsable", nada parece haberse transformado en las zonas del país más desfavorecidas.
Así, mientras Lima y la Costa definen la labor del Ejecutivo con un poco halagüeño "regular", la Sierra y la Selva (donde más se concentran los índices de pobreza y desempleo) se muestran más rígidas y no dudan de tildar al gobierno de "malo", según la última encuesta nacional de Conecta realizada entre el 12 y el 14 de julio. En la Sierra Norte esa percepción es del 67%.
No hay cambios
Alan García aparece con un 71% de desaprobación, seguido muy de cerca por un 66% al premier Jorge del Castillo, quien es especialmente castigado en la Selva, donde las huelgas por la eliminación de las exoneraciones tributarias de los combustibles le coronan con un negativo 78%.
"La gente está profundamente desesperada, no ve cambio alguno. Se habla del incremento de las inversiones, pero el poblador no lo percibe. Y ese es un cansancio que se arrastra del gobierno anterior", explica Hernán Chaparro, gerente general de Conecta.
Una desazón que también explicaría que casi la mitad de la población (49%) considere que Alan García no sólo no ha hecho nada hasta la fecha sino que incluso habría empeorado el país (en el interior esa sensación la tiene el 57% de la población).
Acciones concretas
"El gobierno se ha equivocado al hablar demasiado del crecimiento económico, pero la gente no lo ve así. Se necesitan acciones más concretas y articuladas que la gente vea cercanas. Y volvemos al cansancio de la población, de modo que el Apra se convierte en una suerte de chivo expiatorio de un sistema que no funciona", asevera Chaparro.
Para los encuestados el principal acierto del gobierno en este primer año de gestión ha sido la evaluación de docentes (45%), mientras que el peor error fue la negociación del TLC (33%).