| Francisco Eguiguren asegura que la Contraloría debe vigilar los gastos del Fondo de Reconstrucción del Sur (Forsur) aunque sea de manera posterior. Por Luigi Faura. Foto: Rafael Cornejo.  | | Lógica. Si maneja fondos públicos, es servidor público, advierte Eguiguren. | –Finalmente, tras una puja de la oposición, el premier Jorge Del Castillo ha señalado que el Fondo de Reconstrucción del Sur (Forsur) estará adscrito a la PCM y ya no a la Presidencia de la República. ¿Qué implica esa decisión? –Es un cambio adecuado. Recordemos la terrible experiencia en la época de Fujimori cuando el Servicio de Inteligencia (SIN) actuaba vinculado al presidente, y solo de manera formal ante la PCM, y cuando en el Congreso se interrogaba sobre la función y el sueldo de Montesinos, como no había una dependencia funcional con el Consejo de Ministros, no se reportaba nada. –Y se le exoneraba de responsabilidades penales. –Claro, el presidente de la República, según la Constitución, no tiene una responsabilidad política y aquí se trata de cumplir una función que de hecho es pública, como la reconstrucción y atención a las zonas afectadas por el sismo. Si bien hay que dotar a esta entidad (Forsur) de celeridad y capacidad de acción, no puede estar sustraída de criterios básicos que significan la presencia del Estado. Ahora que estará vinculado a la Presidencia del Consejo de Ministros, el premier deberá asumir la responsabilidad política cuando corresponda. –Otro cambio que ha logrado la oposición en el Congreso es que se retire el párrafo que precisaba que los integrantes del directorio de Forsur no eran considerados servidores públicos. Con este cambio, ¿se les puede considerar funcionarios a los integrantes del directorio de Forsur? –Claro, esto es como cuando alguien integra una comisión de Indecopi: uno podría decir que no es funcionario de carrera, pero cumple una función pública. Es lo mismo con Forsur, que cumplirá una función pública. Para estos efectos los miembros de este directorio tienen que tener el estatus, las obligaciones y las incompatibilidades de un servidor público. –¿Por ejemplo? –Aquí se va a manejar mucho dinero público. Una persona que integre el directorio del Forsur no podrá contratar, directa o indirectamente, para beneficiarse con la ejecución de obras pues estos recursos son públicos. –¿Qué responsabilidades podría tener, entonces, el director de Forsur, de presentarse irregularidades en el manejo de los fondos de estos recursos? –Bueno, las responsabilidades que tiene cualquier persona que intervenga en el manejo de fondos públicos. –Que son de orden administrativo y penal... –Claro, y eso lo controla en primer lugar la Contraloría General de la República... –Ese es otro tema. El proyecto que crea Forsur contempla que en la primera etapa, denominada de Emergencia, se exoneren los controles de Contraloría. –Lo que se podría hacer es exonerar los controles previos, pero de ninguna manera los controles posteriores. Aquí se habla de fondos públicos y de dinero que ha llegado del exterior para atender a una necesidad pública. Sí se entiende, por la naturaleza de la emergencia, que haya que aligerar los procedimientos pues la celeridad y la oportunidad son indispensables. Pero eso no excluye que exista un control posterior. –El proyecto Forsur propone que sea su propio Consejo Directivo el que designe sus auditores. ¿No es esto peligroso? –De acuerdo al sistema público se supone que la misma entidad designa a sus auditores, pero debe hacerse en coordinación con la Contraloría porque existe un sistema nacional de control al que cualquier entidad pública, o que maneje fondos públicos, está sometida. Si lo que se quiere es privatizar Forsur no se le puede excluir del Estado porque eso implicaría, per se, que el control del Estado es malo. Contraloría debe fiscalizar de manera ulterior. Hay que racionalizar el control, pero no se puede colocar al Forsur fuera del alcance de la normativa del Estado. Hay que hacer eficientes los controles, pero control tiene que haber. Es lo que corresponde. ‘‘Hay que olvidarse de la palabra zar’’ –Se critica la creación de zares ante cualquier problema... –Bueno, en primer lugar, la palabra 'zar' es fatal. Los zares no son propios de la democra-cia. Hay que olvidarse de esa palabra. –Las críticas se refieren a la duplicidad de funciones. Se dice, en este caso, que la tarea de asistencia y reconstrucción de las zonas afectadas les corresponde a los presidentes regionales. –Es comprensible que se necesiten instancias temporales que cumplan una determinada función y que tengan cierta estructura que les permita actuar oportunamente. Pero no se puede llegar al extremo de crear áreas liberadas del control del Estado porque el estado de derecho presupone que tiene que haber control y transparencia. No puede estar al margen del ordenamiento jurídico. –El proyecto Forsur no define qué tiempo duraría... –Bueno, es que aún no se sabe la magnitud de la obra de reconstrucción. Supongo que en un año ya se tendrá claro cuánto tiempo debe funcionar el Forsur. | |