| • Con 22 km y 52 curvas en su haber, el Serpentín es una de las carreteras más riesgosas del país. Y solamente hay una patrulla que cuida el lugar. David Gavidia.  | | Pasamayo. Haga click en la imagen para ver infografía. | Mete miedo. Tanto que al mirarlo de reojo muchos prefieren voltear y dejar de pensar en él. "¡Guarda, allí!", es inevitable decir cuando se pasa por el kilómetro 61. Allí se encuentra la llamada "Curva del Diablo", donde la pista se vuelve tan estrecha que, al mirar el mar allí abajo, es inevitable imaginar una tragedia. ¿Exagerado?, tal vez. Irreal, no. Por eso la mente juega una mala pasada y aparecen alucinados titulares: "Pasamayo de la muerte. Ómnibus cae por precipicio. Tragedia deja 5 muertos y 25 heridos". Ante tanto arrebato mental, es mejor seguir viendo el televisor y por qué no, cerrar la cortina. Pero el dejar de observar el bello océano no es la solución cuando se tienen 22 kilómetros y 52 curvas de ruta por delante. Simplemente hay que seguir por esa vía que por allá, en los años cuarenta, todavía era una vía férrea y que desde entonces se ha tragado tantas personas que ni la Policía, ni el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), manejan estadísticas sobre el número de accidentes y pérdidas fatales. Sin embargo, solo ayer, alrededor de tres mil 500 vehículos pesados transitaron por la zona rumbo al norte del país, calculó Norvial, empresa concesionaria encargada del mantenimiento del Serpentín. Y si bien en los últimos años no se han registrado trágicos accidentes (en este 2007 no superan los siete sin pérdidas humanas), los expertos no dejan de dar sus recomendaciones para los transportistas que discurren por la zona, más aún en fechas como estas. Lugares peligrosos  | | Muy poco. Solo un patrullero circula la peligrosa zona. | Enumeremos: el kilómetro 54 es muy sensible a derrumbes de arena, que invaden la pista, por lo que en varias ocasiones se han producido diversos accidentes. Y por si fuera poco, un kilómetro más allá, se inicia la zona de neblina. Esta es densa y los primeros afectados son los usuarios que van por la denominada Variante de Pasamayo, vía ubicada en la parte superior del Serpentín y que solo permite el acceso a vehículos ligeros. Recordemos que hace una semana esta ruta se vio envuelta en una polémica: el supuesto beneficio a una conocida empresa de buses interprovinciales para transitar por dicha ruta. Hecho que luego fue desmentido por el MTC. "Los vehículos pesados o ligeros pueden pasar sin ningún problema tanto por la Variante como por Pasamayo", justificaron, y aceptaron que había un vacío legal. Fuera de ese incidente, es necesario decir que la carretera se halla en buen estado y bien señalizada. Es por ello, que a lo largo de la pista se pueden apreciar diferentes señales advirtiendo los peligros y recordando que la velocidad máxima es 60 km. Sin embargo, según el técnico Quezada, policía de carreteras destacado en el serpentín, la señales en muchas ocasiones son vencidas por la imprudencia humana. "Los buses van a excesiva velocidad. El principal motivo de los accidentes es el cansancio y porque los transportistas se quieren adelantar. Allí son los choques y caídas al precipicio", cuenta el técnico y a la luz salen otras deficiencias. Para cuidar Pasamayo solo tienen un patrullero y cuatro motos. Además, ellos tienen que convivir con la enfermedad. Por la madrugada las temperaturas son heladas y la humedad les carcome los pulmones. De esto da fe uno de los moradores de El Campamento, pequeña calle ubicada en el kilómetro 56 de la autopista y que son la compañía de los agentes. "A veces dan pena porque tienen que estar con sus varas en plena neblina. Los pueden atropellar", cuenta una de la vecinas que prefiere el anonimato.  | | Alto. Velocidad límite. No cumplirla causó varias tragedias | El problema aumenta, dice Lino de la Barrera, director de Transporte Terrestre del MTC, quien explicó que lo peligroso de la vía aumenta en las horas puntas. "Entre las 11 pm y las 3 am, cuando pueden llegar a pasar hasta cien buses por hora". El funcionario, entonces, recomendó no abusar de la velocidad y cumplir las normas para evitar que se les quite el vehículo o peor, les llegue la muerte, la misma que se instaló la madrugada del 20 de junio del 2005, cuando un choque frontal en Pasamayo acabó con la vida de dos personas y dejó 25 heridas. Desde aquella vez no hubo otra gran tragedia. Sin embargo, no esperemos que suceda una desgracia para recapacitar. El mar ya se llenó de lágrimas y las pistas de rojo. ANÁLISIS "Deberían de cerrar Pasamayo" Jorge Lazarte. Presidente de la Asociación Peruana de Caminos. Tener Pasamayo y la Variante es una tontería, deberían cerrar el primero o que solo sea usado por los camiones de carga. Los buses y carros privados podrían usar la Variante.Mantener ambas carreteras es una pérdida de dinero. Es como si tuvieras dos cocinas eléctricas. Una para hacer dulces y otra para preparar comida criolla. Si mantienen ambas pistas es porque hay presión política de los transportistas que argumentan que les resulta más caro pasar por la Variante ya que gastan más gasolina en subir y en bajar. Pero esta vía, incluso, es más segura para los mismos usuarios. Se cometió un error en construir y mantener Pasamayo porque si pasa un accidente el bus se cae al mar y mueren todos. No es posible que se mantenga una vía para que los transportistas ganen un poco más de dinero. El Estado pierde al mantener esa carretera. | |