lunes, 27 de agosto de 2007

Pisco. Lecciones de reconstrucción



Tras el rescate y la limpieza de escombros, la tarea que deberá emprenderse en las próximas semanas es la reconstrucción de Pisco. Consultamos a ingenieros y arquitectos y ellos nos dieron las pautas de lo que debe –y no debe– hacerse para diseñar una nueva urbe con edificaciones mucho más sólidas y seguras que en el pasado. Las lecciones de los expertos son formuladas pensando en Pisco, pero valen para todas las ciudades del país donde el adobe, la quincha y la improvisación han ganado terreno.

Por Jorge Loayza

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El hotel Embassy de Pisco sólo tenía autorización para construir dos pisos, pero al final levantó cinco y sus cimientos no resistieron el terremoto.

Pisco no solo parece haber sido atacado por tierra sino también por aire, como si después del terremoto hubiese sido bombardeado. Lo que hasta hace trece días eran casas de adobe o moles de concreto aparentemente sólidos hoy son cerros de desmonte. Muchos pisqueños no sabían que el suelo sobre el cual construían sus tan soñadas casas propias era tan macizo como una gelatina.

Los sobrevivientes no se explican por qué algunas casas se mantuvieron de pie, mientras que otras se cayeron como si en lugar de fierro sus columnas hubiesen tenido carrizo unido con pita. Para los expertos todo tiene una explicación y por eso señalan algunos pasos claves que se deben seguir para reconstruir esa ciudad.

Evaluación de los daños. Lo primero que se debe tener en cuenta es el levantamiento de los daños para identificar cuáles fueron los tipos de viviendas afectadas y encontrar una explicación de acuerdo con el suelo donde se levantaron. Por ejemplo, se ha notado que muchas edificaciones caídas habían usado ladrillo tipo pandereta –muy frágil– en lugares donde debieron haber empleado ladrillos más resistentes para soportar mejor el peso del techo. Ese débil ladrillo también se ha usado para voladizos –parte saliente que supera el nivel de fachada– que no fueron reforzados y se partieron sobre la cabeza de muchas víctimas.

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El peso que resisten los suelos de Pisco. Haga click en la imagen para ampliar.

Revisar el estudio de la microzonificación sísmica. El territorio de Pisco tiene que ser analizado para identificar los tipos de suelos de sus diversas zonas. La catedrática de la facultad de Arquitectura de la UNI Victoria Ramos señala que desde 1998 docentes y estudiantes de esa universidad junto con especialistas del Centro Peruano Japonés de Investigaciones Sísmicas y Mitigación de Desastres (Cismid) realizaron un estudio de suelos de Pisco. "Se identificó que la zona del centro era la más vulnerable y eso se ha ratificado con las trágicas cifras que han reportado el terremoto. Ahora lo que se debe hacer es revisar nuestro estudio y compararlo con lo sucedido", dice la arquitecta. "Hay suelos mejores y peores y se debe construir de manera diferente en cada uno", añade el decano de la Facultad de Ingeniería Civil de la UNI, Jorge Alva.

Planificar el crecimiento de Pisco hacia el sureste. De acuerdo con el estudio del Cismid, se dividió a Pisco en cuatro zonas por su tipo de suelo. El más resistente es el de la zona sureste pues su capacidad admisible es de 2.5 a 3.0 kilogramos por centímetro cuadrado, por eso es recomendable que las reubicaciones se hagan en dicho lugar. En la zona céntrica de la ciudad la capacidad admisible del suelo es de apenas un kilogramo por centímetro cuadrado. "Desde fines de los noventa se presentó el estudio a varias gestiones ediles pero no se pudo lograr nada, ya se sabía qué tipo de construcciones de ían realizarse en cada zona", afirmae el ingeniero Alva.

Las calles estrechas de Pisco también tienen que ser ampliadas. La arquitecta y directora del Foro Ciudades para la Vida, Liliana Miranda, advierte que las normas actuales permiten la reducción de áreas libres y del ancho de las calles. "Por suerte no hubo suficiente inversión inmobiliaria en Pisco para construir más edificios porque hubiesen sido trampas mortales", agrega.

Edificar la infraestructura esencial en la zona más segura. No es posible que parte del hospital San Juan de Dios de Pisco haya quedado inutilizado para atender la grave emergencia del terremoto. Por eso, en el rediseño de la ciudad los hospitales, postas médicas, cárceles, colegios, cuarteles de bomberos y comisarías tienen que ubicarse en las zonas menos vulnerables para poder enfrentar cualquier emergencia.

No construir en la franja cercana al océano. Defensa Civil ha calificado a la zona de Pisco Playa como muy peligrosa porque es de gran actividad sísmica. Además, está amenazada por un tsunami. La gente que tenía –o aún tiene– casa en la zona debe ser reubicada. Añádase que la capacidad admisible del suelo de Pisco Playa es muy baja, solo 2.0 kilogramos por centímetro cuadrado. El lugar debe ser dedicado a la recreación y no a la construcción de viviendas.

Asesorar y fiscalizar las construcciones. Si se va a dar 6 mil soles a cada familia que ha perdido su casa para que construya una nueva, se tiene que garantizar la asesoría técnica en esas construcciones de material noble pues de lo contrario se repetirán los mismos errores de edificación que han causado cientos de muertes con este terremoto. Hoy se ve a damnificados que están reconstruyendo con el mortal adobe.

Además, los alcaldes deben hacer cumplir las normas sobre construcciones y zonificaciones. "Un ejemplo de cumplimiento se ve en una parte del hospital San Juan de Dios que no ha sufrido daños porque respetó la norma de diseño sismo resistente. Quien debe hacer cumplir esa norma debe ser el municipio, pero lamentablemente no se hace seguimiento de las construcciones", señala el director del Cismid, Carlos Zavala Toledo. La arquitecta Victoria Ramos agrega que en Colombia se dio un plazo de cinco años para que todas las edificaciones se adecúen a la norma sismo resistente.

Precauciones para construir

.Los ladrillos pandereta sirven para realizar divisiones internas, no paralas paredes laterales de las casas porque no son resistentes. En esas paredes deben ir ladrillos más resistentes, tipo king kong.

A la hora de solicitar el diseño de su casa pida que estructuralmente sea lo más cuadrada posible para que pueda resistir un terremoto.

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Hospital San Juan de Dios de Pisco. La mala construcción ocasionó el colapso.

Cuando adquiera un departamento consulte si la empresa constructora ha levantado la edificación bajo las normas sismo resistentes. Tenga en cuenta que el 70% de las construcciones en nuestro país es informal.

Si contrata a un albañil para realizar la construcción de su casa consulte y verifique que haga las mezclas en las proporciones recomendadas.

Evitar construir en zonas cercanas a un río porque podría sufrir una modificación de su cauce e invadir zonas urbanas.

No construir sobre terrenos que han sido rellenos sanitarios pues su suelo es muy frágil y puede ocasionar el hundimiento de la edificación.

En el caso de vivir en un lugar que está en proceso de urbanización demandar a las empresas eléctricas –y las telefónicas de ser posible– que tiendan sus redes bajo tierra pues en un sismo los cables aéreos y postes pueden caer y muchos podrían morir electrocutados.

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Se deben evitar las casas provisionales de material precario. A la larga se convierten en la peor solución al problema de la vivienda.

Mejorar los servicios públicos. El actual estado de desastre de la ciudad de Pisco permite el rediseño de las redes de servicios públicos como agua, desagüe, luz y teléfonos. Lo recomendable sería que las instalaciones sean subterráneas pues la colocación de postes y cableados aéreos representan un riesgo adicional en el caso de otro sismo de regular o alta intensidad.

Fortalecer la participación municipal. El proceso de reconstrucción de la ciudad debe ser liderado por las municipalidades y el gobierno regional, pero con la participación de la comunidad organizada para definir los criterios de renovación urbana. "La constitución de una autoridad multisectorial desde el Ejecutivo mutila las capacidades locales", señala la arquitecta Liliana Miranda.

No construir con materiales de baja o dudosa calidad. Evitar que el proceso de recuperación de la ciudad se quede sólo en la habilitación de casas prefabricadas de madera, las cuales, finalmente –como muchas veces ha sucedido después de un desastre–, nunca son abandonadas porque se olvidó la construcción de una edificación sólida. Tampoco se debe repetir el error del terremoto de Moquegua del 2001, cuando el gobierno de Chile donó casas prefabricadas hechas con materiales que contenían asbesto, una sustancia que provoca cáncer al pulmón, mesotelioma y asbestosis. Es decir, un hábitat para una muerte lenta.

Darles un buen uso a los desechos del terremoto. En lugar de arrojar los escombros de las casas caídas en descampados cercanos a la ciudad y originar un proceso de contaminación, se puede depositar esos materiales en la zona de Pisco Playa. Esa superficie sería ideal para levantar un malecón en memoria de las víctimas además que serviría como una barrera de protección frente a posibles maretazos o tsunamis.