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Mirko Lauer.
Naomi Klein, la célebre autora de No Logo (1999), un libro contra la tiranía de las marcas de fábrica en el mercado contemporáneo, lanza este martes 18 The Shock Doctrine: The Rise of Disaster Capitalism, dedicado a demostrar que desastres y catástrofes de todo tipo vienen siendo esenciales para imponer los intereses de las transnacionales en el mundo desde hace decenios.
El breve adelanto del libro difundido por The Guardian, Londres, parte de la inundación de Nueva Orleans hace dos años, tema que para la oreja a todas las regiones damnificadas del mundo, que ahora somos muchas. Allí Klein hace hincapié en la manera cómo a una población desvalida e inerme se le ha venido imponiendo un modelo privatista y excluyente de reorganización.
Al final, dice el texto, la reconstrucción de Nueva Orleans se volvió "una oportunidad para partir de cero", con grandes oportunidades para establecer impuestos más bajos y menos regulación para las empresas, entregarle trabajadores más baratos, y promover lo que se llamó "una ciudad más pequeña y segura". Esta es la norma, dice Klein, tras los desastres de todo tipo.
En partes de su texto la autora glosa consejos tácticos que el neo-liberal Milton Friedman predicaba en vida, y que aquí en el Perú se hicieron conocidos luego de la hiperinflación de 1989-1990. Cosas como que "Solo una crisis, real o percibida, produce verdadero cambio", y es preciso actuar rápido antes de que se reinstale "la tiranía del status quo".
En el caso de Nueva Orleans, Klein comenta que el desastre se aprovechó entre otras cosas para privatizarle a la población el sistema educativo. El comentario de los promotores de este remate fue que el huracán Katrina logró en un día lo que años de esfuerzos reformistas en la educación no habían podido hacer.
El libro de Klein se dedica a recorrer el paisaje de los últimos 35 años haciendo notar la manera en que desastres naturales o provocados (colapsos económicos, golpes militares) de todo tipo han venido acompañados de un diseño deliberado y eficaz de transformación muy hacia la derecha, con argumentos capitalistas libertarios.
Dice Klein: "A medida que fui adentrándome en la forma cómo este modelo de mercado se había impuesto en el mundo, descubrí que la idea de explotar crisis y desastres ha sido un modus operandi del movimiento de Friedman desde el comienzo mismo. Esta forma fundamentalista de capitalismo siempre ha necesitado desastres para avanzar.
Lo que le ha venido sucediendo a Irak o Nueva Orleans no es un invento post-setiembre 11. Más bien estos atrevidos experimentos en explotación de crisis han sido la culminación de tres decenios de estricto apego a la doctrina del shock"