| Política |
| |
Por María Elena Castillo.
Foto: EFE.
La campaña política y mediática de los seguidores del extraditado Alberto Fujimori responde a su temor frente a las sólidas pruebas que responsabilizan al ex mandatario por corrupción y violaciones a los derechos humanos, señalaron analistas políticos y jurídicos.
1. LIBRAN UNA BATALLA PERDIDA
La campaña mediática de los fujimoristas revela que no tienen mucha confianza en las acciones legales de la defensa de Alberto Fujimori en los tribunales, por la gran cantidad de evidencias en su contra, advirtió el ex jefe de extradiciones de la procuraduría, Iván Montoya. 
Detalló que la mayoría de los procesos por corrupción están abundantemente documentados y es altamente improbable que el ex jefe de Estado revierta lo actuado. "Mucho menos en los casos de violación a los derechos humanos, donde los testimonios y documentos prueban claramente su responsabilidad".
Montoya sostuvo que por ello los congresistas fujimoristas tratan de victimizar a su líder y mencionar sus supuestos triunfos en los temas de pacificación.
"Con sus declaraciones y movilizaciones quieren influir en la decisión de los magistrados, pero son acciones extrajurídicas que no atenúan la responsabilidad de Fujimori y por lo tanto no deben alterar la decisión de los jueces", precisó.
2. NO EXISTE UNA MASA FUJIMORISTA
La analista social Carmen Rosa Balbi señaló que los congresistas fujimoristas quieren hacer creer que mantienen una amplia base social. "Sin embargo, sus convocatorias han sido un fiasco. Keiko Fujimori aseguró que unos 20 mil fujimoristas irían a recibirlo al aeropuerto, y no fueron más de 300. Y en total los fujimoristas no son más de mil".
Aseveró que no hay un fujimorismo de masas porque su base social, que eran los comedores populares, ya no están sujetos al clientelismo del régimen del extraditado.
Dijo que la jugada de los fujimoristas es mantener fuerte presencia en la opinión pública para conseguir mejoras carcelarias que les permita sostener reuniones políticas con Fujimori en la prisión. "Esta semana se verá si sigue la alianza, cuando los fujimoristas voten sobre la interpe- lación contra Alva Castro y los apristas decidan si apoyan la presidencia de Rolando Sousa en la comisión Revisora del Código Penal".
3. FUJIMORI NO MEJORÓ SOLO AL PERÚ
Parte de la estrategia fujimorista ha sido tratar de levantar los supuestos logros obtenidos por el ex mandatario en la lucha contra la subversión y la crisis económica. Frente a ello el analista político Sinesio López afirmó que en el primer caso el informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) ha establecido que la pacificación no es, como pretenden hacer creer los fujimoristas, un logro exclusivo de Alberto Fujimori, sino de un conjunto de esfuerzos realizados desde diversos sectores del Estado y la sociedad civil.
"La CVR dejó muy claro, más bien que Fujimori y la alta cúpula de las Fuerzas Armadas planificaron, como parte de su política antisubversiva, un conjunto de violaciones sistemáticas de derechos humanos que se cometieron a través del grupo Colina", recordó el analista.
López añadió que en el campo económico hace falta un debate público que aclare el real papel que tuvo Fujimori, pues la población se quedó con la imagen triunfalista de la televisión vendida a Fujimori y Montesinos. "Es importante decir que el país no mejoró por la habilidad de Fujimori, sino por la presión del ámbito internacional y de los inversores extranjeros y locales".
4. HAY QUE RESPONDER A LOS FUJIMORISTAS
El analista político Carlos Reyna indicó que los fujimoristas conocen muy bien la importancia que tiene la opinión pública en este proceso y por ello han comenzado a atacar con mucha fuerza en ese frente con su propio show mediático. "Quieren ganar adherentes en la opinión pública o amedrantar a los que se pronuncian sobre la responsabilidad de Fujimori", manifestó.
Refirió que si bien los fujimoristas tienen todo el derecho de expresarse libremente, es importante que los partidos políticos, la sociedad civil, las centrales sindicales, los organismos de derechos humanos, las víctimas salgan a responder pacífica y democráticamente a sus argumentos.
