martes, 17 de febrero de 2009

Huaicos en Chosica dejan 100 casas a punto de colapsar

SOCIEDAD | Mar. 17 feb '09


Alcalde Luis Bueno aseguró que derrumbes han debilitado viviendas en las alturas del distrito. El Senamhi anunció más lluvias y nuevos deslizamientos para las próximas horas.
Además de la muerte de una adolescente y de la desesperación de cientos de conductores varados en la Carretera Central, los huaicos caídos durante los últimos días en Chosica han dejado un panorama alarmante entre la población. Tras un fin de semana marcado por la furia de la naturaleza, al menos 100 casas asentadas en las zonas más humildes de ese distrito estarían a punto de colapsar. 

El alcalde de dicha jurisdicción, Luis Bueno, explicó a Perú.21 que poco menos de un centenar de familias del sector de Quirio –ubicado a la altura del kilómetro 32 de la Carretera Central– corren el riesgo de desaparecer si se produjeran nuevos deslizamientos. Según refirió, varias de las viviendas –en su mayoría, chozas o casitas de barro– se han debilitado a causa de los derrumbes.

De hecho, el burgomaestre pidió ayuda al Gobierno Central para remover las toneladas de piedras y lodo que han cubierto –sobre todo– las inmediaciones del asentamiento humano El Pedregal. “Contamos con un solo cargador frontal. Necesitamos ayuda del MTC para limpiar los cauces y las calles afectadas”, manifestó.

Mientras tanto, el Senamhi alertó que, en las últimas 24 horas, el río Rímac ha registrado un promedio de 76 metros cúbicos por segundo –46% por encima de sus valores históricos– debido a las incesantes lluvias. Voceros de esa institución aseguraron que ello ocasionaría más desbordes.

ALERTA. Ante la alarmante situación, Perú.21 hizo un recorrido por las alturas de Chosica. El panorama más crítico se vio en el asentamiento humano Comité 42, en las faldas de un cerro que rodea la urbanización Nicolás de Piérola. Durante el fin de semana pasado, al menos 20 familias soportaron allí derrumbes de lodo y piedras de considerable intensidad. 

Un ejemplo es el de Marcelina Mendoza (53), pobladora de la Mz. E-2, Lt. 4, quien debió pasar la noche en vela por el temor de morir sepultada. “El agua se ha metido a mi chocita porque mi pared está a punto de derrumbarse. Un verdadero huaico puede caer en cualquier momento porque arriba del cerro está lloviendo mucho”, refirió.

Otro sector afectado fue la avenida José Carlos Mariátegui, a la altura del kilómetro 32. Allí, los vecinos pidieron ayuda para retirar las grandes rocas que han quedado esparcidas a lo largo del asfalto.