miércoles, 30 de enero de 2008

Fuera de nota. Rica cumbia pa' la rica pituca

Angel Páez.

La cumbia era la banda sonora de los invasores de las pampas de Pamplona, los arenales de Villa El Salvador y de Tablada de Lurín, antes que poco después se transformara en "chicha", con un discurso más acorde con la marginalidad de los nuevos limeños de origen andino. A fines de los 60 y comienzos de los 70 dominaban el paraíso de las estrellas de la cumbia el Grupo Karakhol, del cañetano Vicente Gómez; los pucallpinos Juaneco y su Combo, de Juan Wong Paredes; Los Destellos, de Enrique Delgado Montes; Los Mirlos, de los hermanos moyobambinos Rodríguez Grández; Los Ecos, de Beto Cuestas; y Los Diablos Rojos, de Marino Valencia, entre otros. Era la música de los pueblos jóvenes, del llamado proceso de "cholificación", como lo describió Aníbal Quijano, del "desborde popular", como tituló José Matos Mar.

Ahora la cumbia se ha fortalecido y renovado especialmente con bandas norteñas, como Los Caribeños de Guadalupe, de Trujillo; Armonía 10, de Piura, y particularmente la Orquesta Internacional Grupo 5, de Monsefú, que fundaron en 1973 los hermanos Víctor y Elmer Yaipén Uypán, de honda raigambre moche. Al desaparecer en 1999 el líder, Elmer, sus hijos Andy y Elmer, tomaron las riendas de la agrupación, dándole un giro más fiestero y tropical, en busca de las masas ansiosas de ritmos bailables. Hoy, el Grupo 5, en persona o por intermedio de otras bandas que interpretan sus tema más populares, es infaltable en toda juerga. Esos sonidos que hacían retumbar los arenales y sacudían las esteras, hoy se disfrutan hasta el amanecer en discotecas, pubs y lugares exclusivos de Lima, como el Club Regatas, y en Asia, el punto de moda.

Como la fiebre de "La culebrítica" está en su máxima expansión, y tiene para largo, la orquesta ha lanzado A Gozar y Bailar con el Grupo 5, una reedición de sus grandes éxitos con sonido remasterizado, con 16 cortes y un videoclip de "Quién cura". Ya no hay cuerpo ni pituca que se resista.