domingo, 10 de agosto de 2008

“No hemos aprendido nada del desastre”

Domingo

Por Claudio Chaparro
Foto: Claudia Alva

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Advertencia. Tavera dice que Lima no ha sido sacudida por un terremoto desde 1974. “Cuanto más tiempo pase, más cerca se está de un sismo de gran magnitud”, refiere.

En el año 2005 el sismólogo y director de Sismología del Instituto Geofísico del Perú, Hernando Tavera, entregó a las autoridades los resultados de un estudio iniciado en el año 2000 que advertía la posibilidad de un terremoto.

Es más, el informe precisaba que el norte de la región Ica era una zona susceptible de ser afectada por un fuerte sismo. Sin embargo, las medidas preventivas no se tomaron. Dos años después, el 15 de agosto del 2007, se produjo el devastador terremoto de Pisco.

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A un año de ese desastre natural, Tavera asegura que "estamos como si nada hubiera pasado" y que el tema de prevención sigue en cero. También revela que las ‘lagunas sísmicas’, es decir, las zonas que no han sido afectadas por un terremoto en mucho tiempo, constituyen lugares de mucho peligro, y esto frente a la pasividad del Estado y las instituciones pertinentes.

–A un año del sismo, ¿qué sensación inmediata tiene usted?

–Siento que ha pasado el tiempo y nos hemos dedicado a olvidar. El de Pisco fue uno de los sismos más grandes, complejos y de mayor duración ocurridos en el Perú. Y nosotros hemos transmitido a las instituciones de prevención el conocimiento derivado de ese sismo. Pero parece que por más reuniones técnicas que hagamos con el título "¿Qué hemos aprendido del terremoto de Pisco?", la realidad dice que no hemos aprendido nada.

–¿Son tantas las deficiencias en prevención?

–Es que no hay prevención. Vivimos en un país de alto potencial sísmico y no tomamos eso en serio. El terremoto del 2001 nos había alertado, y de ahí al 2007 pasó muy poco tiempo y ocurrió un sismo mucho más grande que el de Arequipa. El terremoto de Pisco nos mostró muchas deficiencias en lo técnico, social, económico y hasta político, y nos dejó claro que no estamos preparados para atender emergencias.

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Realidad. Carretera al sur, agosto 2007. “De ese sismo nada aprendimos”, asegura Tavera.
–Y esa irresponsabilidad estatal parece extenderse a la gente.

– Yo pregunto: ¿qué hemos hecho hasta ahora? Durante una semana la televisión propaló en Lima imágenes de la desgracia de Pisco. Pero nadie se tomó la molestia de mirar hacia atrás, de mirar su casa, de mirar Lima.

Ni la gente ni las autoridades. La pregunta es fácil: ¿cuántas iglesias y viviendas como las que se cayeron en Pisco hay en Lima? ¿Qué zonas de peligro existen en Lima? Y aquí el tema puede ser peor de lo ocurrido en Pisco.

–¿Lima es hoy una de las zonas más vulnerables?

–No solo es Lima. Un sismo puede ocurrir en las costas del Perú en cualquier momento. Estamos afectos a eso. No digo que suceda mañana o pasado, pero vivimos en un país altamente sísmico.

– Pero, ¿qué lugares de la costa son los más propensos a sufrir un gran sismo?

– Hay que precisar: un sismo grande, que afecte a las ciudades cercanas a la costa, puede ocurrir desde Tumbes hasta Tacna. Para conocer qué zonas tienen más probabilidad de sufrir terremotos, hay que saber en qué parte de la costa del país no ha ocurrido un sismo desde hace muchos años.

– Ahí hablamos de Lima y del norte…

– También de la región sur del Perú, de la zona de Ilo a Tacna. Ahí no ocurre un sismo grande desde 1868. Entonces, hay mucha más probabilidad. Según los pronósticos, podría ser de magnitud 8.0 u 8.5 en la magnitud momento (Mw)

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– Eso suena devastador…

– Son estimaciones basadas en la historia sísmica de nuestras costas. Pero nadie sabe cuándo puede ocurrir. Por eso es necesaria la prevención.

– La zona norte del país tampoco registra grandes sismos en mucho tiempo.

– Nuestra historia sísmica nos da solo 550 años de información. En ese periodo no existen datos sobre sismos grandes en la región norte, por lo menos desde La Libertad hasta Tumbes. Es decir, ahí los terremotos van a ocurrir en algún momento y su magnitud también podría ser de 8.0 u 8.5.

– En el caso de Lima, desde 1974 no se registra un gran movimiento telúrico.

–Así es. Cuanto más tiempo pase desde un gran terremoto que afectó a una ciudad, más próximo se está de recibir otro. Eso sucede con Lima, con el norte del país y con Tacna: hay mucha acumulación de energía, por el paso del tiempo, y entonces hay mayor posibilidad de que el sismo sea más grande que el último que ocurrió. Por eso deberíamos tomar conciencia.

–Respecto a Lima, ¿qué lugares resistirían menos ante un fuerte sismo?

–Sería irresponsable nombrar distritos, pero una ciudad es más o menos vulnerable si se ha construido sobre suelos malos, laderas de cerros, riberas de ríos o si las construcciones son muy antiguas. En el centro de Lima hay construcciones o paredes muy antiguas, de barro, pero el INC prohíbe tocarlas. La irresponsabilidad está en todos lados.

– ¿Es verdad que la tierra en el Perú tiembla todos los días?

– Sí. No hay un solo día en que en alguna parte del país no ocurra un sismo, sea pequeño, casi imperceptible, o moderado. Cada año reportamos entre 170 y 200 sismos en cualquier parte del Perú. Es un promedio bastante alto en relación con otros países.

"FALTA MUCHA EDUCACIÓN"

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– ¿Por qué la campaña contra sismos en el Perú suele ser tan efímera?

–Es el rol de las autoridades. La educación es entendimiento. Hay que copiar lo hecho por otros países con tendencia sísmica, como México o Japón. Ellos han desarrollado programas de capacitación en riesgos. Y la campaña en medios de comunicación es masiva. Se concientiza a la gente, se le dice: vives en un país de terremotos y en cualquier momento ocurrirá uno. Si eso se entiende, se avanza en prevención.

–Hasta en los colegios los simulacros parecen haber pasado al olvido.

–Es verdad. Hay falta de seriedad. El Ministerio de Educación debiera establecer que por lo menos una vez por semana se haga un simulacro de sismo. Es necesario que el niño crezca conociendo el tema. En Japón llega el sismo y la gente se protege en los sitios seguros, ya sea en su casa, en una tienda, en donde esté. O sale a la calle. En el Perú hasta se siente vergüenza de salir a la calle. Si hubiera seriedad eso no pasaría.

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Urgencia. Tavera asegura que una de las zonas propensas a sufrir un gran sismo sigue siendo el sur del país. Ilo y Tacna deben estar en alertas.
–Hay gente que construye sus casas por su cuenta, sin asesoría.

–La gente que invade terrenos construye de manera muy inadecuada. Pero nadie lo regula. Además, si no se evalúa el tipo de suelo no puede definirse qué tipo de construcción se puede hacer.

–Un sismólogo como usted, que advierte el peligro, debe sentirse decepcionado.

–Nosotros publicamos trabajos –ya está impreso un estudio sobre las enseñanzas del sismo de Pisco– y lo distribuimos a las autoridades. De ahí, ¿quién actúa? No lo sabemos. No existe ningún método eficaz de pronóstico de terremotos.

Solo se identifican las zonas donde podría ocurrir un sismo, la magnitud del mismo, pero la fecha no. En el 2005 dimos a conocer un estudio, y en el 2007 sucedió el terremoto. Pudo ocurrir en diez, cincuenta o cien años. Lo único real es que tenía que ocurrir. Eso, en el Perú, no lo cambia nadie. Nuestra labor es difundir, pero la respuesta ya no depende de nosotros.

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