Casi veinte años después del primer crimen que cometió la organización paramilitar, la justicia se encuentra en condiciones de procesar a Agustín Mantilla y a ocho personas por el asesinato de sospechosos de pertenecer a grupos terroristas.
Ángel Páez. Unidad de Investigación.
El Apra niega sostenidamente que ningún funcionario del primer gobierno de Alan García y mucho menos algún miembro del partido participó en los crímenes atribuidos al Comando Rodrigo Franco (CRF). La organización política aprista incluso rechaza que el CRF haya existido y perpetrado asesinatos de sospechosos de terrorismo durante el régimen de 1985-1990. El Ministerio Público y el Poder Judicial, por el contrario, concluyen que existe suficiente evidencia para procesar a nueve personas relacionadas con el asesinato de cinco presuntos subversivos en el periodo comprendido entre el 28 de julio de 1988 y el 13 de febrero de 1989. 
Las autoridades sindican al ex ministro del Interior, Agustín Mantilla Campos, a cinco militantes apristas, a un ex policía y a un ex agente de inteligencia del Ejército, como autores de los crímenes. Justo cuando se van a cumplir 20 años de la primera ejecución perpetrada por el CRF en represalia contra Sendero Luminoso por los asesinatos selectivos de funcionarios del gobierno aprista, las autoridades judiciales están listas para procesar a los integrantes de una organización que parecía sepultada por el olvido.
Las resoluciones del fiscal Julio César Cordero y del juez Teófilo Armando Salvador coinciden en que durante las indagaciones se recogieron evidencias de que la organización criminal CRF pudo actuar impunemente porque su inspirador y conductor, Agustín Mantilla, sacó ventaja de su doble condición de dirigente del Apra e integrante del gobierno del mismo partido.
LOS CASOS
Es la primera vez que el Ministerio Público y el Poder Judicial consideran la necesidad de aclarar y sancionar al líder del CRF y a los componentes de la agrupación que cometieron las siguientes acciones:
•La ejecución del abogado del cabecilla senderista Osmán Morote Barrionuevo, Manuel Febres Flores (28.7.1988).
•El secuestro, tortura y homicidio de los "tupacamaristas" Luis Pasache Vidal y Sócrates Porta Solano (12.8.1988).
•El secuestro y asesinato del dirigente de los trabajadores mineros Saúl Cantoral Huamaní y su pareja Consuelo García Santa Cruz (13.2.1989).
El CRF reconoció mediante comunicados entregados a la prensa que consumó el primer y el segundo crimen. En el tercer caso, los asesinos dejaron junto a los cadáveres un cartel suscrito por Sendero Luminoso, organización que no reconoció la ejecución. Y ahora se sabe por qué: las víctimas eran consideradas por el sistema de inteligencia presuntos subversivos.
Los asesinatos fueron "ajustes de cuentas contra personas que de algún y otro modo estaban vinculadas con organizaciones terroristas (...), o que representaban en algún momento desestabilización para el gobierno".
De los procesados, el único que podía tener acceso a información de inteligencia era Mantilla, como viceministro del Interior.
El ex agente del Servicio de Inteligencia del Ejército (SIE), Juan Pampa Quilla, aceptó haber proveído al CRF información sobre Manuel Febres como miembro de la Asociación de Abogados Democráticos (AAD), organización de fachada de Sendero Luminoso que ofrecía asistencia legal a sus militantes detenidos. Juan Pampa, quien como letrado estuvo infiltrado en la AAD, luego formaría parte del Destacamento Colina. Jesús Ríos Sáenz, el jefe operativo del CRF, estuvo vinculado con el SIE, de acuerdo con el expediente judicial del caso al que tuvo acceso el diario La República.
Respecto a los "tupacamaristas" Pasache y Porta, quienes mantenían secuestrado al general FAP (r) Héctor Jerí García y a su vez negociaban el rescate con la familia de este, las autoridades judiciales han conseguido acreditar mediante información suministrada en su momento por el propio Jerí, que fueron efectivos de la policía quienes detuvieron a los plagiadores, los torturarían y eliminarían. Pasache y Porta fueron identificados debido a la interceptación a las comunicaciones telefónicas que estos sostenían con los familiares de Jerí. La policía incluso intervino las conversaciones telefónicas de los dos "tupacamaristas" con Néstor Cerpa Cartolini.
Por otra parte, durante mucho tiempo se creyó que el dirigente sindical Sául Cantoral, que lideró una de las huelgas mineras más prolongadas durante el primer régimen aprista, fue asesinado precisamente por su papel protagónico en la lucha sindical contra el gobierno. Ahora las autoridades sospechan que la organización de Mantilla pudo haber sabido, por los mismos canales de inteligencia que permitieron la identificación de los secuestradores del MRTA Luis Pasache y Sócrates Porta, que Cantoral estuvo vinculado con la dirección "tupacamarista". ¿La razón? El 15 de julio de 2003, el fundador del MRTA, Víctor Polar Campos, declaró ante la comisión investigadora que presidió el aprista Luis Negreiros Criado, que Cantoral era uno de los suyos: "Ha habido dirigentes destacados del MRTA que han sido miembros de la dirección de la CGTP, como el caso del compañero Saúl Cantoral, que era presidente de la Federación Minera y miembro del MRTA", dijo Polay. Con este dato se confirma la hipótesis de las autoridades judiciales de que los crímenes del CRF eran "ajustes de cuentas" contra Sendero Luminoso y el MRTA.
EL TODOPODEROSO
No uno sino varios testigos aportaron información sobre las reuniones de Agustín Mantilla con militantes del partido en un local del Apra en San Isidro. Además, ex policías han confirmado la identidad de los efectivos que intervinieron en las ejecuciones extrajudiciales. La posición en el gobierno aprista facilitó a Mantilla la realización de los hechos que se le imputan, de acuerdo con las autoridades.
"El denunciado Mantilla, al encontrarse ejerciendo como viceministro del Interior le permitía tener acceso al manejo de recursos económicos, así como información privilegiada de inteligencia", refiere en la apertura de instrucción el juez Teófilo Armando Salvador: "Dicho cargo le habría permitido hacer efectiva la asignación de recursos materiales, logísticos y económicos necesarios para el cumplimiento de los fines de la organización, como la asignación de sueldos, armas, vehículos (...), así como contar con la casa ubicada en la avenida Dos de Mayo, San Isidro, el centro de operaciones del Comando Rodrigo Franco, lugar donde vivían Jesús Ríos Sáenz y otros presuntos miembros del comando, lugar al que habría acudido habitualmente Mantilla". Ex ministro aprista en anteriores declaraciones negó haber mantenido dichos encuentros y conocer a varios de los imputados como integrantes del CRF.
El fiscal Julio César Cordero acredita en su informe el testimonio de tres testigos sobre la planificación y ejecución del operativo de asesinato del abogado Manuel Febres, cometido por el CRF con participación de efectivos de la policía, como el mayor Walter Lauri Morales, cuyo esposa, Ana Anchissi Rodríguez, confirmó que su cónyuge le confió que Agustín Mantilla lo reclutó para conformar el grupo paramilitar. "Su esposo le indicó quiénes eran del CRF y (que este grupo se creó) para matar terroristas, (y que el mismo) fue creado por Agustín Mantilla".
La misma autoridad cuenta con la versión de ex efectivos policiales de que un equipo combinado de militantes apristas y de la institución policial secuestraron y asesinaron a los "tupacamaristas" Pasache y Porta. Otros ex efectivos han declarado que intervinieron en la detención de Saúl Cantoral y Consuelo García. En estos dos casos los testigos informaron que participó Jesús Ríos Sáenz, conocido como "Chito".
Ni el fiscal Cordero ni el juez Salvador señalan que Agustín Mantilla contó con la autorización o aprobación del Jefe de Estado, pero sí ratifican que este usó el aparato del Estado, y en parte a la organización partidaria, para constituir el CRF y consumar sus acciones criminales.
A Agustín Mantilla se le abrió proceso por los cinco asesinatos del Comando Rodrigo Franco como autor mediato, como a Alberto Fujimori por las masacres del Destacamento Colina.
REACCIONES
"Ni el gobierno aprista ni el APRA conformaron ningún grupo paramilitar. Será el Poder Judicial el que determinará si el CRF existió o no".
MAURICIO MULDER
Secretario general del partido aprista
"Nunca conocí, nunca presumí de la existencia del CRF. Yo no he conocido y no conozco de esa organización".
MERCEDES CABANILLAS
Congresista y dirigente del PAP
"El Poder Judicial y la Fiscalía no dicen que sí existió el CRF y que Agustín Mantilla fue el jefe de esa organización".
JAVIER VELÁSQUEZ Q.
Candidato a la presidencia del congreso por el PAP
