sábado, 19 de julio de 2008

García pierde respaldo en sectores D y E

Política

Según Tuesta, lo paradójico es que el descontento está en sectores que deberían ser beneficiados con el crecimiento económico.

Silvia Mori.

Tras casi dos años de gobierno aprista, los sectores más pobres de la capital parecen haber perdido la confianza en la actual gestión, que a pesar de haber obtenido importantes logros en materia económica –como el grado de inversión otorgado por la agencia calificadora de riesgo Standard & Poor’s– no logra reflejar en los bolsillos de la mayoría de los peruanos los beneficios de la inversión.

Si bien Lima se había constituido –según el analista Fernando Tuesta– en la "mejor plaza" del presidente Alan García, en cuanto a nivel de aprobación nacional, la última encuesta del Instituto de Opinión Pública (IOP) de la Universidad Católica demostró que los sectores D y E son los que concentran los mayores niveles de desaprobación.

De acuerdo con el IOP, en julio de 2007 el jefe del Estado gozaba de 43% de aprobación en los sectores más pobres de la capital. Un año después el panorama cambió y el respaldo descendió en 28 puntos porcentuales, otorgándole al gobierno solo 15% de apoyo presidencial.

El estudio también reflejó que el alza de precios (43%), las promesas incumplidas (15%) y la mala gestión (7%) son los factores que empujan a la población más pobre de Lima a reclamar un cambio.

"En estos años de gobierno aprista, la satisfacción que se traduce en la aprobación presidencial se ha visto reducida a los niveles A/B, que son finalmente los de mayores ingresos. Algo distinto ha pasado con los niveles D/E, en los que hay niveles de desaprobación tan altos que nos demuestran que en el país no a todos les va bien", sostuvo Tuesta.

Según el experto, lo paradójico de este escenario es que los máximos niveles de desaprobación presidencial se concentren en sectores que deberían ser los directamente beneficiados del crecimiento económico.

"Estamos en un país con una singularidad bastante lamentable. Un país al que le va bien, pero que a los peruanos les va mal. El crecimiento económico no traduce beneficios por igual y, por lo tanto, está creando insatisfacciones mayoritarias en la gente", manifestó Tuesta.

FALTAN CAMBIOS PUNTUALES

El gerente general de Conecta, Hernán Chaparro, interpretó la desaprobación presidencial como una consecuencia de los "eventos coyunturales". En ese sentido, consideró que existe un alto nivel de desconfianza respecto a los servicios que el Estado debería brindar a la población, pues no se han producido los cambios necesarios en sectores básicos como salud y educación.

"Las noticias de los grados de inversión solo están en los diarios que son leídos por la mitad de la población. Creo que cuando la gente vea los cambios en sus espacios vitales de construcción de conocimiento como la calle, el mercado, el colegio, la posta médica, recién sentirá que el gobierno presta atención a sus demandas", indicó Chaparro.


Barreda: Hay factores externos

El viceministro de Desarrollo, Javier Barreda, sostuvo que si bien el gobierno es consciente del alto nivel de descontento de la población, aclaró que la coyuntura mundial es la que imposibilita que exista un cambio en la percepción de la gente, sobre todo por el alza en los precios de los alimentos.

"Creo que todos los países que tienen gobiernos con responsabilidad social, socialdemócrata o de izquierda democrática como el nuestro, tienen problemas en ese aspecto (alza de precios de alimentos). Este es un problema que afecta seriamente a los sectores populares. Es un descontento que no depende del gobierno sino que tiene factores externos", explicó Barreda.