martes, 23 de diciembre de 2008

Operación dragón a flote


Por Mirko Lauer

Por primera vez desde el siglo XV barcos de guerra chinos irán en misión más allá del Océano Pacífico, contra piratas del cuerno de Africa que la semana pasada asaltaron un pesquero con bandera de Beijing. El contexto: la ONU ha autorizado ataques por tierra y aire a bases piratas en Somalia. EEUU, la UE, India y Rusia ya han enviado fuerzas, a las que se sumará China. 

Para países como Perú esas naves significarán la aparición de una nueva potencia naval más allá de las 200 millas, un Océano Pacífico ahora potencialmente menos pacífico. El gesto de China no es desafiante como el reciente paseo de una flota rusa por el Caribe, pero a su manera transmite un parecido mensaje de expansión y recuperación de espacio en el mundo.

China mantiene una flota de 50 submarinos nucleares, pero hasta hace poco mostró poco interés en hacerse presente más allá de su mar circunvecino, que incluye el estrecho de Taiwán, y unas pocas rutas comerciales más allá de ese límite. Aun así, se trata de una extensión enorme de mares que patrullar. Pero en el 2008, según AP, 20% de las 1,265 naves chinas que pasaron frente a Somalia ha sido atacado. 

Los analistas occidentales de estos temas afirman que esa actitud de presencia oceánica militar limitada y pegada a las costas está cambiando, y que China mira con creciente interés la posibilidad de ser una potencia marítima además de una continental. Su marina de guerra es hoy la tercera del mundo, luego de las de EEUU y Rusia. A los submarinos pronto podrían empezar a sumarse los portaaviones.

Nuestras costas serían la última frontera en una expansión marítima china. En el 2002 dos barcos de guerra chinos, el destructor lanzamisiles Qingdao y el buque de aprovisionamiento Taicang, visitaron Chile y Perú, como parte de una gira mundial. Aquel combo marítimo es similar al que ahora está siendo enviado tras los piratas, en lo que se define como una perspectiva de combate de baja intensidad. 

En el 2003 una flota de guerra china visitó por invitación el puerto de Apra (sí, así se llama) en la base estadounidense de Guam, en las islas Marianas, Pacífico Sur. Aquello se dio dentro del programa de normalización de las relaciones militares entre los dos países. 

Sin duda nuestras costas son las más alejadas de China, y no es ese país la principal causa de preocupación. Sin embargo un cambio de tal magnitud en el escenario naval del Pacífico también tiene que ver con nosotros. Todo esto obliga a mirar más allá de nuestras costas, como de hecho viene haciendo nuestro vecino del sur.