jueves, 18 de diciembre de 2008

Radiografías del antisistema

POLÍTICA | Jue. 18 dic '08

Radiografías del antisistema

Autor: Víctor Andrés Ponce
La crisis del capitalismo mundial y las poderosas olas recesivas que se expanden del centro a la periferia han desencadenado una euforia ideológica entre quienes destapan sarcófagos y hurgan en restos del pasado. Ha fallado el mercado, es hora del Estado, se afirma. Semejantes conclusiones no representan novedad. Durante la Gran Depresión de 1929 también se dijo que era hora del Estado. En muchos lugares se asistió a los funerales del mercado y los nazis tomaron el poder en Alemania y la triunfante revolución bolchevique amenazó con extenderse por toda Europa.

En el Perú todavía existe espacio para el optimismo porque seguiremos creciendo. No obstante, con una expansión sostenida de la economía, Ollanta Humala casi se sienta en Palacio en el 2006 y el gobierno de Alan García ha sido frecuentemente jaqueado por la protesta popular, a tal nivel que estamos obligados a recordar las turbas que bloquearon la gobernabilidad en Ecuador y Bolivia. El Perú, entonces, no es inmune al antisistema. Pese al 9% de crecimiento, la irritación social se dilata. ¿Qué pasará cuando la recesión planetaria se trague varios puntos de nuestro crecimiento?
Sin colapso del capitalismo mundial, “el proyecto bolivariano” de Venezuela, Argentina, Ecuador y Bolivia comenzó a ahogar una manera de elegir gobernantes, tramitar el conflicto político y organizar la economía en libertad (el llamado sistema). Claro que la caída del precio de petróleo también afectará a los seguidores de Chávez, pero las partidas de defunción en contra del mercado se incrementarán desde derechas e izquierdas.

Durante las primeras décadas del siglo XX, los sepultureros del mercado también enterraron a la democracia. El nazismo y el bolchevismo, refundadores de sus propias naciones e hijos del mismo útero hegeliano, también acabaron con la libertad en nombre del Estado. Muy por el contrario, Estados Unidos e Inglaterra, en medio de la recesión mundial, persistieron con la democracia y el mercado y reformaron las injusticias de sus sistemas con las propias reglas del sistema. Con la caída del Muro de Berlín, los países libres ganaron, pero el planeta perdió casi el siglo.

La disyuntiva aparecerá con más claridad. Por un lado, el camino autoritario con apellidos de derecha o izquierda y, por el otro, el camino democrático y libertario. El Perú está llamado a reencontrarse con su grandeza histórica apostando por la libertad. Después de la recesión planetaria, cuando el capitalismo se reorganice de sus cenizas (es el único modo de producción que fracasa y resurge como el Ave Fénix), Venezuela, Ecuador y Bolivia estarán en escombros como los ex países soviéticos. El Perú seguirá galopando al desarrollo y los hermanos de los llamados países bolivarianos emigrarán a nuestras tierras en busca de trabajo.