sábado, 17 de enero de 2009

2009, ¿otro barrio de broncas?


Por Mirko Lauer

Con el preocupante título poético “El rayo que no cesa”, el especialista en movimientos sociales Víctor Caballero Martín acaba de concluir un trabajo sobre el panorama de conflictos en el 2009. A pesar de la relativa calma de las primeras dos semanas del año, el pronóstico de Caballero es que veremos más, e incluso un poco más, de lo mismo en el año que comienza.

En realidad la dinámica del pronóstico ya estaba instalada. El autor hace notar que el 2008 estuvo marcado por una escalada de conflictos: la medición de la Defensoría del Pueblo los vio pasar de 100 a 200, y el número de los conflictos activos llegó a superar a los latentes. El tema socioambiental pasó a ser predominante.

Para este año Caballero detecta nuevos elementos aceleradores: la crisis, una nueva agenda indígena amazónica, impulso de gremios laborales a la reconstrucción. Esto se suma a los ya conocidos, entre los que destaca la conflictividad interna de las regiones, políticas públicas irritantes, y una pérdida de capacidad operativa en el Ejecutivo. 

La visión de Caballero contradice a otras según las cuales el efecto cumulativo del crecimiento, el repliegue de algunos importantes precios y la habilidad del primer ministro podrían estar enfriando la pradera por un buen rato. En el fondo es una extrapolación del clima político nacional desde la APEC a la fecha.

Caballero confía más en una lista de conflictos planteados en diversos puntos del aparato productivo y del país, con capacidad de activarse, o incluso de constelarse, en cualquier momento. Pesa mucho en su análisis que no esté percibiendo elementos pacificadores o desactivadores nuevos en manos del gobierno. 

Circula un argumento según el cual la escalada del 2008 se dio en buena parte por el desgaste de un Jorge del Castillo muy desgastado por dos años de apagar fuegos por todo el país. Es una versión que tácitamente atribuye el mérito de la mayor calma de noviembre a enero a la presencia de Yehude Simon y un nuevo equipo en la PCM.

Es preciso tomar nota que desde noviembre el espacio mediático y la atención del público han estado copados por diversos escándalos urbanos (petroaudios, Magaly) que podrían estar funcionando como argumentos para postergar la irrupción de muchos reclamos. De hecho los reclamos que se han dado han tenido problemas para alcanzar las primeras planas.

A pesar de la escalada, el 2008 conflictivo no fue vivido como un choque sino como una negociación. Sería lo mejor que puede pasarle al país en el 2009, para entrar a las elecciones del 2010 con una necesaria calma, y no seguir condenados a ser, como en los versos de Miguel Hernández, “una red de raíces irritadas,/ que avariciosamente acaparadas / tiene en su territorio sus pasiones”.