miércoles, 21 de enero de 2009

Alimentos de origen importado aún no reflejan caída de precios internacionales



Caída de los commodities es abrupta y alcanza niveles del 2007. Mientras tanto, industriales afirman que rebaja es gradual y no se puede fijar fecha para agotar los stock con que cuentan las molineras.

Rocío Maldonado

Mientras en el mercado internacional el precio de los alimentos que se rigen por la oferta y la demanda (commodities) experimenta un drástico descenso desde marzo del año pasado, en el mercado interno esta reducción no se refleja en la misma proporción en perjuicio de los consumidores nacionales.

¿Dónde se queda el diferencial de la reducción externa? ¿Son los importadores o los comercializadores minoristas quienes se aprovechan de la situación para ampliar sus márgenes de ganancia?

¿Hasta cuándo pueden durar los stocks en un mercado dinámico como el local, la razón que los importadores esgrimen para no trasladar la rebaja?

Según un reporte del Banco Central de Reserva, la tonelada de trigo se cotizó en US$ 204.66 al 13 de enero, la de maíz US$ 129.13, la de aceite de soya US$ 739.78, mientras que la de arroz en US$ 549. Estos valores son comparables a los de mayo y julio del 2007, cuando en el mercado interno aún no se disparaba el precio del litro de aceite o el kilo de fideos, harina o arroz.

En los casos mencionados, la caída internacional de los productos, desde que alcanzaron sus precios picos durante el primer semestre del año pasado, fluctúa entre 40% y 50%, a diferencia del mercado nacional, donde las rebajas no alcanzan ese porcentaje.

Gobierno interviene

Por ello, autoridades del gobierno como la ministra de la Producción, Elena Conterno, o el ministro de Agricultura, Carlos Leyton, han instado tanto a industriales como a comercializadores a comenzar a reducir sus precios.


Aunque el mercado local se rige por la libre competencia y la intervención del gobierno no es coherente con este modelo, también es cierto que existe un dominio de ciertas empresas como Alicorp, el mayor importador de alimentos del país, lo que impide una real competencia de precios.

“El peruano es un mercado imperfecto , donde existe una posición de dominio de ciertas empresas, por ello la libre competencia no funciona”, señaló Jaime Delgado, presidente de la Asociación de Consumidores y Usuarios (Aspec).

Por su parte, Reynaldo Trinidad, experto en temas agrarios, señaló que la acción de los oligopolios no permite una reducción sustancial en el precio de los alimentos. Asimismo consideró que el Estado no cumple con informar al público acerca del ritmo y magnitud de las rebajas internacionales para que este sepa cuánto debe pagar. Agregó que esta es una tarea que compete al Ministerio de Economía y Finanzas y al Mincetur.

Además, Trinidad planteó que se constituya un organismo regulador que supervise la variación en el precio de los alimentos, en vista de que el Indecopi no cumple con su función de defender la libre competencia.

Hablan los industriales

Consultado por La República, Alejandro Daly Arbulú, presidente del Comité de Molinos de Trigo y gerente del Comité de Fabricantes de Aceites y Derivados de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), afirmó que sí se está trasladando la caída en el precio de los alimento de origen importado en el mercado local.

Refirió que, de abril del 2008 a la fecha, el precio del aceite comestible ha bajado hasta 25% y la harina de trigo hasta 31%.
Reconoció que, si bien las materias priman experimentaron una caída abrupta, también es cierto que las empresas importadoras acumularon grandes stocks, pues el año pasado se hablaba de que el precio de los commodities se dispararía.

“En diciembre (2008) hemos despachado existencias de trigo y aceite crudo de soya comprados con 90 días de anticipación. La gente no entiende eso, y al final nuestra mayor defensa es que hay una libre competencia”, indicó.

El industrial evitó decir cuánto más podría bajar el precio de la harina o cuándo se terminarán de agotar las reservas de las importadoras compradas a precios altos.

“No se puede hablar de reducir el precio a tal o cual porcentaje. Eso depende de cada empresa y de las existencias con las que cuenten”, afirmó.

No obstante, Alejandro Daly expresó que deploraba las opiniones de quienes se muestran a favor de controlar precios de los alimentos. Consideró que esa medida no tiene sentido y va en contra de las leyes del mercado.

Datos

Minag. El precio del litro de aceite vegetal embotellado (Primor y Cocinero) en el mercado de Santa Anita costaba entre S/. 6.92 y S/. 6.45 en abril del 2008, mientras que al 20 de enero de este año fluctúa entre S/. 5.94 y S/.5.59, lo que refleja una rebaja de entre 13% y 14%, según información del Ministerio de Agricultura.

Harina. El saco de 50 kg de harina (diferentes marcas) bajó en promedio 15% de abril 2008 a enero 2009 (S/.110 a S/.92).

Aspan apela a libre mercado

Ante la opinión del ministro de Agricultura, quien dijo que tanto las molineras como los comercializadores deberían empezar a reducir sus precios, el presidente de la Asociación Peruana de Empresarios de la Panadería y Pastelería (Aspan), Celestino Peralta, aclaró que las rebajas no pueden determinarse de esa manera, puesto que esta actividad se rige por la libre competencia.

“Yo no puedo decir en cuánto bajará el pan, pues eso lo decide cada panadería, dependiendo de su costos de producción y ubicación. No es lo mismo un local en Miraflores que otro en algún cono”, dijo.

Peralta señaló que en la actualidad el precio del saco de harina de 50 kg oscila entre los S/. 93 y S/. 95, lo cual todavía es un precio caro. Al respecto, recordó que el último reajuste en el precio del pan se produjo en julio del 2007, cuando el saco de harina superó los S/.80.

Mencionó también que Aspan estudia opciones para comprar harina de trigo más barata. Una de ellas, dijo, podría ser importar el producto directamente de Argentina. “Pero solo es una posibilidad que aún estamos evaluando”, aclaró Peralta, quien no precisó cuánto podría ahorrarse comprando harina de ese país.