sábado, 3 de enero de 2009

Las izquierdas y el 2009


Por Juan de la Puente.

Después de las elecciones presidenciales la izquierda era un páramo y la derecha un vergel, pero el último año se han registrado cambios. La derecha se despuebla: de sus presidenciables solo quedan en liza Lourdes Flores y Keiko Fujimori. La izquierda, en cambio, tenía un solo aspirante, Ollanta Humala, pero acabó el 2008 con otro más, Yehude Simon, y podría alumbrar otro candidato a la izquierda de Humala. El cuadro de presidenciables a poco más de dos años de las elecciones por ahora lo completan Alejandro Toledo, Luis Castañeda y la inevitable candidatura aprista, varón o mujer.

El líder mejor posicionado de la izquierda es Humala. Según la reciente encuesta de Ipsos Apoyo la aprobación nacional de su desempeño ha subido 5 puntos en un año, incluida Lima, donde también subió 5%, y su espectacular salto de 13 puntos en el centro del país. Si nos adentramos en la percepción de los discursos, de acuerdo con el mismo sondeo, Humala empata con Toledo en las mejores propuestas para luchar contra la pobreza, pierde frente a éste y Lourdes en las sugerencias en materia de economía, pero los supera en las propuestas anticorrupción. Así, Humala aparece con un discurso muy útil contra la corrupción, poco útil en materia económica y escasamente atractivo en la lucha contra la pobreza. Su fortaleza sigue siendo la crítica y su debilidad las propuestas.

La izquierda no puede en solitario ser una mayoría política que cambie el país en democracia. Como en los años 80 de Alfonso Barrantes su límite es el tercio y de allí la urgencia humalista de barrantizarse, es decir, extender su convocatoria. Con tal propósito ha empezado a acercarse perspicazmente tanto a la izquierda social como a la partidaria pero parece que alcanzar estos objetivos juntos no será posible: el grueso de la izquierda partidaria pugna por una alternativa radical a pesar del fracaso de la llamada Asamblea de los Pueblos. Lejos de reinventar un modelo exitoso de gobierno de centroizquierda como los de Brasil, Uruguay o Paraguay, aspira a aclimatar el modelo boliviano o venezolano. Así que el año empieza con dos izquierdas, Humala y Simon, pero estarían en camino tres, sin dejar de mencionar que tanto Toledo como Castañeda pueden tomar porciones importantes del voto peruano disconforme.

¿Qué izquierda tendría más posibilidades el 2011?: la que exprese un cambio viable, que no deje de ser cambio y, al mismo tiempo, garantice un mínimo de estabilidad. Lo último es crucial y en el Perú del 2009 puede traducirse como la necesidad de una lectura racional de la economía que, de paso, permitiría una posición electoral más firme que la adhesión a métodos de lucha regional made in Tacna de noviembre que contrariamente desmoviliza, desacumula y disgrega. Un dato final: la mayoría de analistas atribuyen a esa falta de racionalidad económica los escasos puntos que le faltaron a Manuel López Obrador del PRD en las últimas elecciones mexicanas. Vieja discusión: ¿los candidatos de izquierda deben de representar a la sociedad o sus partidos?